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sábado, 24 de febrero de 2018

ESCRIBIR


Frida a trotsky


En la palabra pongo el alma entera,
la sed, el horizonte y el amor
y la creciente luz, la  primavera,
el latido del pájaro, el labio de la flor.

Humanizo mis letras desde el alba
hasta un ocaso de honda rojedad
y encierro entre los párpados la malva
tristeza del cansancio y de la edad.

Un escribir atento me deslíe
sobre luces y sombras cada tarde
y la luna distante se sonríe
mientras la llama del poniente arde.

Y hay gozo por libar en cada estrella
esa fría blancura y me estremece
en la trémula sombra la centella
del fuego de vivir. Mi alma crece.

Y al describir el viento todo cielo,
y aspirar claridades ya sombrías
y levantarme a la altitud del vuelo
asciendo hacia encumbradas graderías.

Dejo la tierra y  sus variables bienes.
Dejo mar y  montañas y llanuras
más abajo, cortando los retenes,
y transcurro por  diáfanas alturas.

Y pongo en la palabra el puro empeño
y trabajo la pena y su diamante,
mirandolá como se mira un sueño
del sentimiento siempre equidistante.

Cautivo la voluble hipocresía;
esa mujer de lúdico ejercicio.
Y la atrapo como a una melodía.
Y a su pasión le quito el vano vicio.

Vislumbro la verdad tras el combate,
porque ilumino el ser que la sostiene.
Hilo vocablos para  dar remate
sintáctico a la frase que los tiene.

No es facil escribir, lo sabe el viento
al intentar hablar tras las ventanas,
danzar en las cortinas e imitar un aliento
o gritar en los trigos y emular a las dianas.

Lo sabe el escozor y en la cintura
el rígido dolor y la cabeza
volcada hacia el maná de la escritura
si su milagro líquido no cesa.

Y entonces al hablar pienso y escribo
y converso  mi estar entre la gente.
Cuando a otros contesto hablo conmigo
y dibujo un lenguaje sentido y elocuente.

Amilcar Luis Blanco (Pintura de Frida Kahlo "Autorretrato dedicado a León Trotski")

TUS PIERNAS



Tus piernas hoy se  cruzan largamente
en la tensión sensual de mi deseo.
Senos, cuello, cabeza, un camafeo
te hacen de ninfa y  canto tras mi frente.

Puedo sentirte entonces y no veo
la hora de besarte y ser la fuente
libidinal que surta en la corriente
de tu sangre la fiebre y el arreo

de esas enjalbegadas pantorrillas
y esas nalgas que aquietan las orillas
de tu cuerpo de agua y sal y yodo

mezclándose, como se mezcla el lodo,
al abismo de besos y de turbias cosquillas
propuestas a tus densas maravillas.


Amilcar Luis Blanco (Pintura de Franz Bohumil Doubek, "Ninfa del agua", oleo sobre tela)

miércoles, 21 de febrero de 2018

LA VIDA




Desde el líquido dentro
del maternal regazo ella se mueve
al primitivo centro,
donde hasta el peso  leve
pesará con angustia en cada paso,
porque habrá despedida
y, audaz, habrá un sentido
y habrá también por caso
el dolor de la herida
al enfrentar un mal no prevenido
que traicione el valor de lo aprendido
en la lejana escuela
o en el hogar donde la madre anota
y el peligro desvela
al padre vigilando la derrota.
Aún su amor no habrá de sustraernos
del albo sufrimiento y la rutina,
de ingresar a los tórridos avernos
y en cuerpo y alma padecer la ruina.

El tiempo nos marchita,
seca nuestra ilusión y pone ausente
en la soñada cita,
pero nos da un presente
en la odiada desgracia y en la cuita.
Menudo desencuentro,
cada vez que desflagra la alegría
y el alma queda hueca,
destruida por dentro,
como una sinfonía,
cual sin hilo una rueca,
que quedase sin notas ni armonía.
La vida es una suerte dislocada
de caminos diversos,
de profundos fracasos;
una ciudad antigua y habitada
por varios universos
de incalculables trazos
donde la muerte acecha en su morada.

Amilcar Luis Blanco (Pintura de Gustave Klimt)




domingo, 18 de febrero de 2018

POBRES



Pobres gentes de André Collin

Pocos saben qué pasa en las casas de lata,
pocos se asoman poco a tórridas miserias,
a los niños descalzos, al hambre con bacterias,
a la infección de vida de los parias sin plata.

Y a los desocupados de camisa y corbata
caminando, esperando, en anónimas ferias,
donde el trabajo humano expone sus arterias
y para usar su sangre el rico los contrata.

En esa despiadada expoliación de aquéllos
sin culpa y por desgracia nacidos en pobreza
por los otros aquéllos nacidos en riqueza.

Muchos naturalizan las penas, los degüellos
de los pobres sufriendo todos los atropellos,
los culpan como a torpes en su propia torpeza.

Amilcar Luis Blanco ("Pobres gentes", oleo sobre tela de André Collin)


martes, 13 de febrero de 2018

LA SOLEDAD (Intento de descripción, incompleto)




La soledad es hueca,
certeramente hueca,
lánguida,
construída
de vacío de alma
propia.
Pero no despoblada
de los otros.
Los recuerdos
la pueblan
de ansiedades y desgracias
en las que, junto a otros,
vivimos
esas risas a par
y esos dolores
a impares.

La soledad es
además
subjetiva,
profundamente
narcisista.
Sólo para cada uno,
solo.
Aunque pueda blandirse
por algunos
como feroz espada,
con su filo de culpa
dirigida
a la paz de los otros.

La soledad es también
un río de tristeza
despeñándose dentro
y un engañoso affair
con la ternura.
Un lío de ilusiones
mal atadas,
lleno de cabos sueltos
e inútiles denuedos
por componer la edad
frente a un espejo
que nunca nos recibe
complaciente
porque ilumina siempre,
con luz cruda,
lo que nos hace el tiempo.

Amílcar Luis Blanco (Pintura de Edward Munch)

martes, 6 de febrero de 2018

ELEMENTOS






El viento, esa deidad que al aire mueve,
sólo sensible a la temperatura,
imita mi pasión y la locura,
sólo sensible a lo que te conmueve.

Esa tensión arrecia y aún promueve
mis besos y caricias, mi ternura
y mi lujuria ardiéndose en la oscura
inmediación de un tiempo siempre breve.

Soy el viento y la lluvia, la tormenta
desatada en tu cuerpo y nuestro instante.
El rayo, el agua, el cielo equidistante

de miedos de los dos. Y nos alienta
este deseo que a la par nos tienta
y es fuego y aire y sombra silabeante.

Amillcar Luis Blanco (Pintura de Vincent Van Gogh)