Seguidores

Translate

miércoles, 31 de octubre de 2012

RECUÉRDAME











































Recuérdame en la luz en esos frescos
donde el azul el verde el amatista desgarran sus primores
y los reparten bajo el halo blanco del fulgor escondido
porque a ti se te dan esas virtudes teñidas por lo arcano
pinceladas por genios y ángeles y amantes mareados y dispersos
que abren cofres con joyas hechas de brasa pura de rubíes
y diamantes y algores y fiebres palpitantes de carnes en barbecho
Recuérdame en tus versos como surcos abiertos en la noche
y también en las tenues mariposas las lilas y las rosas en los tiestos
Y cuando el maridaje de la luna y el tiempo se vuelque entre las aguas
para rodearse del sigilo ausente y la menuda soledad y el frío
y haga jugar sus tímidas muñecas en un  juego desnudo y transparente
junto al rumor salobre que se ciñe alrededor de todos los encuentros
y así los dota de pasión y hastío y los pone entre ascuas y sedientos


Recuérdame entre todos tus amores como el mas imposible y encubierto
alejándome siempre en cada tramo de corazón voluntarioso y serio
en la rutina fiel de las palomas golondrinas leales que volvieron
volándose en las rimas desde Becquer al exhausto desierto
en las oscuras tardes que se extinguen iguales al olvido y al destierro
pues sólo al recordarme hecho de obras sagradas de paisajes y lienzos
habrás bebido el agua más profunda del profundo Leteo
cuyo color el mismo del café y los ojos negros borra la senectud abre esperanzas
da paso a otro entusiasmo a otro ensimismamiento
de rojizas manzanas descolgadas del árbol del deseo por el mañido viento
que sus ramas agita como brazos carente de memoria oxidado de culpas
golpeado por el cierzo la soledad  la lluvia la furia y el incienso
el sol ardiente la sombría sombra la nieve las patrañas del infierno
la impalpable ceniza que se anida en los rincones de la edad y la muerte
lo que nos gira en suma y siempre en disolvente absurdo al descubierto.

Amilcar Luis Blanco (Oleo del pintor Daniel Gerhartz)

domingo, 28 de octubre de 2012

Allí donde nos encontrábamos, desencontrábamos …





Allí en la pólvora sedienta de sus pasos
era donde mi suerte se derrumbaba cayendo al precipicio
allí donde la tuve mucho de no tenerla
y traté de exprimirle los siglos que la demudaban
En esa aurora sonrosada de sus sentimientos
ella cayó porque me esperaba
sin advertir mi corazón y las concéntricas corolas
que lo desangelaron capa a capa hasta dejarlo en agua de cebolla
Mientras ponía mi dedo en su llaga
y había una devoción de heridas flameando como banderas
indiferenciándose a lo largo del ruido de los trenes
cuando desaparecen en pos de itinerarios hacia la lejanía
y hay un tumulto terco golpeando la distancia

En multitud de cejas indefensas las noches caían como aceros
como tajos y atroces despertares y filos de hielo
y canoas de besos partidos y cuerpos convertidos en sombras sólidas
eran noches sin sueños ni descanso vejándonos a gritos
golpeándonos a palos de soledades y silencios
a penas contagiosas y a jugar sin resuellos a ser ciegos
a ser sordos y mudos guardándonos los gritos y las quejas
adentro de la carne y el dolor de la carne por no morir del todo
allí nos fuimos todos hasta ser devorados.

Amilcar Luis Blanco ("Los tanguistas" Oleo por Ángel Lochhart)

miércoles, 24 de octubre de 2012

SONETO A LA MUJER AMADA

































Yo quiero que tu quieras que te ame
porque eres el principio de mi mundo
El infinito sin cesar profundo
Inagotable fuente,  agua que lame

mi libertad total y mi derrame.
Mi ser es en tu ser y en él me hundo
Pero esa comunión en la que abundo
me devuelve al que soy ya sin reclame.

Tu mirada es el cielo del segundo,
del instante total en que lo infame
se redime del mal y quepo y cundo

en cada eco en que tu voz me llame
y haga comparecer en lo jocundo
en lo triste lo débil lo rotundo


Amilcar Luis Blanco (Retrato de mujer por Amadeo Modigliani)


martes, 23 de octubre de 2012

MILONGA DE MIS AMORES







La milonga me marea
y me enamora y delata
si la bailo con mi negra
y sobre su bruna tez
sólo una ligera bata
le cubre la desnudez.

Ella es una flor intensa
de noche primaveral.
Quiebra la cadera densa
ceñida por un cendal
y entre el vientre y la cintura
menea el centro y apura
tallos de luz y metal.

La oscura tez en sus labios
se vuelve canoa lila
deriva en luna y resabios
y navega en la tranquila
sincopa fiel del tambor
y en el menearse se afila
para después su calor.

Penumbra de rompe y raja
avivada por el fuego
del vaivén que se desgaja;
piernas y pies sin sosiego
viajan en la singladura
y hacen visible lo ciego,
la pasión de la ternura.


Amílcar Luis Blanco

sábado, 20 de octubre de 2012

Soneto de la luz y la penumbra





























Esto de atar el cielo a la penumbra
es un hábito triste y desmañado.
Bueno es vivir en paz e iluminado.
Acercarse a la dicha cuando alumbra.

Porque aquél que a las penas se acostumbra
vive para sufrir desconsolado
se enturbia él y enturbia al que a su lado
se esfuerza en dar placer y lo vislumbra.

Tratar de ser feliz y ser gozado
De sentir que la vida nos deslumbra
Buscar la luz y ser iluminado

Ser el fulgente rayo que se encumbra
E irradiarse sin fin desenlazado
De la sombra mortal que se columbra


Amílcar Luis Blanco  ("Como en la vida luces y sombras" Oleo de Imanol Basurto)

viernes, 19 de octubre de 2012

ROSA PRIMAVERAL























La rosa guarnecida por espinas
resplandece en color y las tijeras
sólo del hombre y fiel a sus maneras
podrían cortarla y convertirla en ruinas

Pues para  colibríes y golondrinas
antes que su sazón halle fronteras
Y se mustie su encanto y las pulseras
del invierno congelen sus resinas

ella arderá en encantos y sueñeras
fiel a su estilo de solapas finas
en pétalos, gualdrapas y viseras.


Haz tú igual que la rosa y entre fieras
tu desnudez ofrece y tus  colinas
siempre serán eternas primaveras.

Amílcar Luis Blanco ("La fuente de Sila" Oleo de Virginia García Costa)


miércoles, 17 de octubre de 2012

Canción para que una mujer madure de Leopoldo Marechal

Leopoldo Marechal
LeopoldoMarechal.jpg
Nacimiento11 de junio de 1900
Bandera de Argentina Buenos Aires,Argentina
Defunción26 de junio de 1970, 70 años
Bandera de Argentina Buenos Aires,Argentina
Ocupaciónpoetacuentista,dramaturgonovelista yensayista
NacionalidadBandera de Argentina Argentina
Período perdida de virginidad a los 13 años
Génerocuentonovela y poesía



Canción para que una mujer madure

¡Fruto nuevo, amasijo de tierra y de agua!
Cristalizó en el gajo más curvado del mundo
la sal de tu ternura.

¡Afilando puñales de sed,
trenzando los cabellos de una esperanza niña,
desvaneciendo sombras he cuidado tu rama!

Pastor de grandes cosas que se mueven,
yo conduje el rebaño de los días piafantes;
he visto cien mañanas con los picos abiertos
devorar la migaja de la última estrella
y tembló entre mis manos toda noche
como una yegua renegrida y ágil...

Yo hilvané con mis ansias una canción de cuna
para que se durmieran los cachorros del viento;
y alcé un espantapájaros de odio
sobre el campo frutal de tu sueño sin lágrimas.
Con las hebras del sol
has torcido el cordaje de tu risa.

En las enredaderas de tus voces incuba
sus tres huevos azules un pájaro de gracia...
¡La vida en tus talones es un giro de baile!

Te aferras al abierto pavorreal de los días
y le robas la pluma;
sabes abrir tu noche como un libro de estampas.

Y no sé si deshojas
la flor menguante de las lunas;
y no sé si libertas los luceros cautivos;
¡o si el verano salta de tus ojos iguales
a una lluvia con sol!

Tengo los dientes rotos de morder imposibles:
para ti guardan lechos de martirio mis brazos.
En mis dedos retoñan zarzales de caricias,..

¡Todas las noches naufragaban
en esta costa de mi anhelo!

Grabé tu nombre en todas las arenas del aire:
tu nombre es el perfume que buscaban mis años.

Redoblan los tambores de mi fiebre
largos llamados al otoño.

Has de llorar tus frutas
redondas como lágrimas...

Ensartare en el hilo de mi plegaria sorda
las cuentas de cien días y de cien noches;
¡y haré un collar de tiempo que te ciña!

Conduciré el rebaño de mis voces
por caminos que duerman bajo el opio del alba.

He de atar mis dos ojos a carros de vigilia
¡y haré un collar de tiempo que te ciña!
para que sea manso tu caer en un día
con fragancias de alcoba;
y para que en la noche de tu llanto
las estrellas más altas fructifiquen
entre la mano de los niños.

De "Días como flechas" 1926













[editar]

martes, 16 de octubre de 2012

La chifladura de recomenzar (Soneto)




Esto ya de exportar la chifladura,
transferirla sin dios y sin guitarra,
es partir a la luna y poner garra
afianzar el instinto y la locura.

Sorber los gardelitos de la parra
y fabricar un vino en la ternura
de la añoranza fiel que se depura
desde la cruel distancia sin amarra.

Es, desde luego, inocular bravura
un harakiri sin la cimitarra
vivir en la fantástica diablura.

Amar a lo argentino y en la barra
del sino equilibrar la calentura
que a fuerza de ausentarse se desgarra.


Amílcar Luis Blanco 

viernes, 12 de octubre de 2012

PENA MULATA (Poema homenaje a Chavela Vargas)





Pena mulata
que ata
su estandarte
a la amante 
yéndose ya 
en confusa barahunda
a la que ha 
profunda 
y verdaderamente amado
y esforzada se eleva por cantarte

Todo 
ella ha convocado  
para darte
un sentido una voz de cielo en fado
un estremecimiento desatado
y la pasión perspicua de su arte

Escucho esa “mulata
que se desata
bajo su bata
de broderie”

Y esa voz de la pena que la canta
y la sube en el aire y la sostiene
bien desde sus pulmones y garganta
Esa anciana de vívida frescura
en un filo de  luz corta la sombra
le deja su figura
y su desgarradura
Y es una gema y brilla y no se escombra
jamás como la estrella que fulgura
y aunque raspe las cuerdas su zozobra
en la garganta oscura
una recia ternura
le levanta la voz y la recobra.

Amílcar Luis Blanco

lunes, 8 de octubre de 2012

NOSTALGIA.-





La soledad se esfuma sobre el lento pocillo del café
Solo sentado entre la sombra fumo y pienso
ser yo mismo esa soledad que se explaya
desde mi y hacia mi como una marea de silencio sonoro
Exhalo el humo lo encolumno en mitad del negror
Afuera llueve y hace gris y llueve y me deleito
Evoco en mi tu rostro en la locura suelta de la tarde
en el retumbo oscuro de un tambor

Un chico grita el diario vespertino
Y tu rostro se agrieta y se me estira y ofrece espiralado
Luego tu torso y tu ángel esculpido en las volutas blancas
se eleva en el aroma sucio de nicotinas y silencios
Un lustrabotas lustra la capellada bruna de un zapato
de un señor de canas plateadas y de sonrisa blanca
Alguien entra al local y abre el bochinche del instante
del pasar de la calle de los autos y la lluvia y el viento

Tú eres mi memoria la que obsede la que corre el telón
La que sube a la escena cabal entre las mesas
Y tus piernas de nacar cruzadas deliciosas emergen de la barra
Y tus ojos me miran licenciosos me miran y me invitan y me llaman
Y tu garganta canta tu garganta y trasiega mi luz mientras te evoco
Y una lágrima asciende desde toda mi vida y me desborda
Y ahora ya soy tango y desconsuelo y huyo empantanado por tu ausencia.

Amílcar Luis Blanco.

sábado, 6 de octubre de 2012

En la madrugada (Acuarela)





En  la madrugada
el cielo y el río
se nutren del alma desnuda
del frío.
La luna morada
retira su ayuda
de la melenuda
copa del sauce
y el líquido cauce
blanco de alborada
eleva relentes
de vapores finos
sobre los pinceles
verdes de los pinos.
Se prolonga el alma
La atmósfera azul
en el agua calma
extiende su tul.
Y allí los amantes
al beso amarrados
al beso sumidos
atan los instantes
borran sus pasados
quedan confundidos.

Amilcar Luis Blanco ("Amantes" Acuarela por Gus)

miércoles, 3 de octubre de 2012

EL TERCER HOMBRE





Entre nosotros dos está el tercero
Lo proyectamos sin medida ni esfuerzo
Surge y mira nos juzga multiplica
El espejo del ser y no lo es espera
Parece que quisiera ya encontrarnos
Que observara fatal en las esquinas

Entre nosotros dos está el secreto
Del otro ser del ser imprescindible
Sin cesar proyectado en el desgano
En el apuro aún cuando las sombras
Huyendo de la luz se precipitan
Los ojos nos atisban nos desdoblan

Entre nosotros dos en cada uno
El tercero que somos y no somos
La lujuriosa envidia del espejo
Nos persigue fatal nos desenlaza

Amilcar Luis Blanco  (Anton Karas - El tercer hombre - The Harry Lime Theme)

martes, 2 de octubre de 2012

RES ET VERBA



























Bailo sobre lo exangüe de mi mismo
danzo y me contoneo y crece desde mi centro
esa atmósfera unida
el grosor la dureza y el arrojo
que escanden traspasándola esa pulpa carnosa
ese orificio lento en el que te abres
hacia un laxo universo que se ciñe a mi cuerpo.

Espero tu deseo lo promuevo ya desde mi olfato
mi paladar repleto de tu seno abundante
mis ojos inundados por tus ojos
y mi lengua y mi boca en tu lengua y tu boca
sorbiéndonos iguales a la orilla y el agua
y nos entrechocamos en vaivén y golpeamos

Lejos queda la franja del horizonte en celo
y la brisa moviendo céspedes briznas copas
el sol hunde su plasma de yema en la distancia
tentacular la sombra repta y hurta tu vientre
mi mirada lasciva se lleva tus secretos.

Amílcar Luis Blanco