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sábado, 29 de septiembre de 2012

ENTRE NOSOTROS

El viento entre nosotros
El mar entre nosotros
La angustia entre nosotros
y todavía
y además
la nada
y este puente
impotente
de palabras.-

Amílcar Luis Blanco  (Oleo "Marina" de Carlos Perrot)

jueves, 27 de septiembre de 2012

NOCHE MARGINAL



La noche vuelta esquina de luna
a lo largo del café de ojeras de empedrado
en el que nadie se convierte en sombra
y marcha cejijunto
vuelve a ponerse en pupilas de asombro
en una mirada extendida como milagro compartido
como pan compartido y ata su moño de penumbra
en un azul añil latente de pulso que se abre.

La noche vuelta añil vuelta memoria
volcada en nomeolvides y en escorias y ruidos
raspando el entretenimiento de las parejas acosadas
en los umbrales balcones y antepechos de arquitectura italiana
que rodean la plaza el silencio y los árboles del frío
en los incendios breves de las puntas de porros
y los ríos y chimeneas de fumatas arcaicas

La noche india y lunar en los paladares de las ansias
en los corazones que se queman antes de haber parido vidas
vegetales de flores mustias ya de imposibles frutos
dolores abrigándose de la intemperie de lo mundano
en la soledad ciudad ciega con hedores de basura
en la soledad ebria la soledad fumada sin reflejos
sin voluntades para estibar y alzar sus inercias

Noche marginal noche doblada
vuelta sobre su propia ceguera
glaucoma vaporoso de oscuridad
vuelta revuelta desesperada.

Amílcar Luis Blanco (Fotografía)

lunes, 24 de septiembre de 2012

SERENATA DEL AMOR ABANDONADO


“En voz baja te imploran mis canciones”
para que no te vayas ni me dejes
o abandones
“Beautiful dreams” en si mis sueños cantan
desde un piano
envuelto en sur austral y casi arcano
Y evocando tus ojos y tus labios
en tranquilas miradas de aquélla miel  decantan
lluvias y ríos pálidos resabios
y recuerdos de roces y placeres
suaves y ténues laxos menesteres
en forestas eglógicas dormidas
y perdidas
ya para siempre igual a los tañidos
de campanas lejanas
y sonidos
que más y más y más se alejan
en un aire brioso confundidos
y en su galope laten y se quejan
y se van y se alargan embebidos
de soledad y silencio porque dejan
un espacio desnudo y sin latidos
en que nosotros fuimos 
el centro de palpitante cruz
y desde él huimos
desde su imán de luz

Amílcar Luis Blanco ( Lang Lang - Serenata de Schubert)

jueves, 20 de septiembre de 2012

TANGO NIGHT 2012. Таисия Финенкова, Дмитрий Васин.

MORIR DE AMOR





Morir de amor ahora que tus ojos
van dentro del tañido de las cuerdas
de irascibles guitarras
y de la voz que canta
y del cuerpo del viento
y uno permanece contemplando
como tu ausencia cierra el horizonte.

Morir de amor en el lugar del hielo
Convertido  en la brasa que se extingue
En la lágrima tibia  detenida por siempre
prisionera salvaje del  silencio y la nieve
sorprendida en la levedad de su caida
porque nunca previó que se apagara
el calor que tu llama le infundía

Morir de amor desfallecer opiarse
de una angustia bermeja
como el agua estancada
Aburrirse de ser porque no hay nadie
que acompañe el latir de nuestro paso
en esta soledad que nos inunda
sin darnos pretensión ni moraleja.

Morir de amor y sed insatisfecha
y nauseas y despechos encelados
distancias compromisos con el tiempo
amarguras obstáculos y trampas
y confundir las puertas y los nombres
y dejar al amor abandonado
cual si fuera un monstruoso minotauro
en el cruel laberinto del olvido.

Amílcar Luis Blanco("El guitarrista" Oleo de Alfonso Ferro)

martes, 18 de septiembre de 2012

VIENTO SUR












En la mañana el viento sur ruge
limpiando la tormenta
como si transcurriera dentro de una garganta de lobo
abriéndose contra mi espalda
Me apoyo sobre el empuje de su enjundia
y siento que el torrente de su humedad me congelaría
si no fuera por el perramus y mis pensamientos
áncoras oscuras en este mar a cuerdas de otras voces
en la profundidad rutilantes
rumorosas
llamándome para confiarme invisibles secretos
de hermanas de la caridad sentándose en las plazas
y tejiendo la nirvana interminable de sus sueños.

Si así no fuera el aire levantaría protestas en las hojas
cundiría en el espesor de las copas levantando los verdes
inflamando de orgullos extraviados los cárdenos
bermellones magentas y rojos
al pulular en los tomates y pimientos que exhiben los cajones
de la verdulería del barrio
y en las mejillas de las mujeres osadas y en los paladares
boquiabiertos de los somnolientos inmunes
se distraería en las calvas rosadas
y en los amarillentos semblantes de convalescientes transeuntes
paseándose al acaso en el lado  todavía de luz de sus caminos

Pero este viento tiene que levantar los delirios del agua 
y en tal trabajo su garganta de lobo ulula y gime 
en la oquedad de todos los destinos para arrancarles musgos
y lo mustio que yace entre ladrillos y argamasas
hasta casi mutar en madreselvas  perforando las mieses
las lunas incendiadas de todos los ocasos que arden como leños
adentro de los deltas y meandros de los sanguíneos cuerpos
que esperamos y esperan rumiando entre horizontes de campanas
que su silbido roce los íntimos suspiros y las emanaciones de las horas
Mientras la espuma crece sin medida
sin tasa ni medida ni agujeros ni vallas que detengan su lánguido estallido
quiero decir la espuma de la nada fundiéndose en el viento

Entonces cuando el viento las alienta
caen sobre un mar de ojos las gaviotas
de ojos hilarantes y rientes y racimos de lágrimas
se lanzan en picada para coger los peces 
para pescar la furia abandonada de cuerpecillos
serpenteantes bajo el agua ya bermeja coloreada de angustias
y hay latidos perdidos iguales a  semillas entre granos de arenas sedicentes
el viento mar el viento sur las rige y su aliento de lobo las orienta
hacia el ejido que bajo sus pupilas laterales
semeja siempre un descarnado enjambre
de soledades  repartidas para saciar sus pánicos de altura

Amílcar Luis Blanco (Obra pictórica de Pilar López Román)





domingo, 16 de septiembre de 2012

NOCHE EN EL LAGO




















El agua que ha llegado hasta la noche
a la luna ha llegado y se contiene
hecha azul hecha cuarzo y universo
interrumpiendo la hosquedad del tiempo
golpeándolo con puños blandos
y corazón asiduo de guitarra
en los bordes del liquen
y en las formas de labios de canoas
en los cascos vacíos de viajes detenidos
en las constelaciones de vigilias
paridas por los ebrios
sonámbulos viandantes en  orillas de  espera
Tiene visos de velo que se extiende
y gira en los relojes de las torres
como ojos que agreden la penumbra
con transparente luz y removida y leve
marea silenciosa
El lecho late en ella igual al sueño
el légamo del fondo la sostiene
le infunde la ralea de la sombra
y una estirpe de estigio parece evaporarse
desde la luna negra de su espejo.

Amílcar Luis Blanco  ( Lago Pristine)

viernes, 14 de septiembre de 2012

SANGRE Y SILENCIO






















“ … y cada cuerpo que tropiezo y trato
   es otro borbotón de sangre otra cadena”

                     Miguel Hernández



 Adónde acomodaste la ternura con la que solías acicalarme
cuando la soledad incendiaba tu angustia
y tus horas caían por los profundos embudos del tedio
y había agujas  sobrevolándote como pájaros de picos ansiosos
Cuando tu ausencia se extendía sin que pudieras contenerla
por todos los rincones de tu casa y tu ciudad y tus días
y eras cuerpo de sangre y nudo de silencio

Dónde guardaste aquéllos menesteres pequeños utensilios
hechos dijes de menudas y aviesas intenciones y ganas
que aturdían la luz en mis oidos y me dejaban mudo y perceptivo
sólo para escucharte imaginando tu opulento glamour
el que solías despacharme sin escrúpulo
sólo para extasiarme y consumirme convertido en manuable marioneta
cuerpo de sangre y sangre y nudo amarillento de rancio silencio

Todo ese amor que alguna vez me propinaste y recibía
en mi víscera franca la que late y sostiene este instante y el mundo
desde su cueva roja y silenciosa de química pulsión y de trabajo
Adónde fue a parar a qué depósito de la invisible nada
donde se cuecen habas y se muelen las joyas de la  sangre encadenadas
las sangres y silencios y silencios
que golpean y muelen el dolor incesante de estar vivos
uno con otro 
uno a otro hueco
y hueco en sangre y sangre y otra vez silencio.


Amilcar Luis Blanco (“Melancolía de un hermoso día” por Giorgio De Chirico)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LUCES Y SOMBRAS
















La vela se consume y me recuerda
cómo a medida que ardo me voy quedando solo
cifrado en la condena del fulgor de la llama
mermando en los ocasos
En realidad mi alma milagrera sueña con la ternura del fuego
Imagina extenderse difundirse en esa luz que bruñe supeficies pulidas
Y rescata contornos de la sombra

La transparencia se instala y nunca tiembla
Los cuerpos de tiniebla bailotean alrededor de la luz
Se vuelven voluptuosas corrosivas penumbras
Y contagian las aristas más duras de lánguido crepúsculo
Mientras el pabilo expele el humo ennegrecido
Y la cera transmuta en lágrima caliente
La soledad ansiosa que se cierne hecha mujer y celo palpitante.


Amílcar Luis Blanco (“Luces y sombras” Oleo sobre tela por Diego Campos)

sábado, 8 de septiembre de 2012

PASIÓN





















Sentirme sólo luz en la tiniebla sólo sueño
sólo pasión desnuda y penetrante en el ósculo oscuro
agujero de sombra así me apresa y lo abro
en sus recias mitades yeguarizas sin el perdón azul de la palabra

Pasión que tus ojeras autorizan y tu boca autoriza y tu gemido
en el alrededor zumbante donde nacen abejas del estío
y los sonidos tumban explanadas convocando al estigio
encendiendo de frío las estatuas la desnudez ahita ya del gozo

El aire en catedral se precipita como una catarata
Hierve el pedrerío de la soledad y se caen las preguntas una a una
Por sus puños vencidos impotentes abren sus palmas todos los sigilos
Y el mar viene a buscarnos y a mecernos y nos convierte en niños

Amilcar Luis Blanco  ("Tormenta de pasión" Oleo de Andrés Meijide, pintor gaditano)

lunes, 3 de septiembre de 2012

MELPÓMENE






Alta hermana de la angustia escalando las nubes hasta el azul
desfiladero sin preguntas descubriéndose a cada paso
iluminando rincones con relámpagos enceguecedores
que hacen estallar la pólvora del miedo más recóndito
vienen a mí con reticencia y se enseñorean de los detalles
entre los que debo discernir como si manejara el rayo de Vulcano

Mientras tanto las sombras ejecutan su baile de máscaras
y las palomas se distraen de sus cometidos y desalientan destinos
fijos tras las ventanas refractarias de ansiedades y demoliciones
y el universo entero cabe en una triste moneda caida

Si hubiera sido mago o arquitecto en Venecia hace siglos
Si desde lo amarillo de la arena me hubiera alzado hasta Nínive
Si te hubiera encontrado en el interior de tus velos toda cuerpo
para deslizarme y zambullirme dentro de besos que te cayesen como gotas
uno a uno como manos dos a una quitándote la telaraña del silencio

Si me hubiese repartido sobre ti dentro de ti hecho deseo inexpugnable
extendiéndome y rodeándote con tentáculos ávidos
si me hubiera ido de tanto encuentro para abrazarme a lienzos de vigilia
entre cuyos pliegues las noches se derriten como cuerpos de chocolate
intensa y lentamente hasta convertirse en lacteas alboradas

Entonces gritaría tu nombre y llamaría dentro de la oquedad
en la que mis sinsabores crecen entre los martillazos tenaces de la distancia
ahondaría mi voz en las cavernas ventriculares y cantaría como Orfeo
a la Eurídice esclava de las turbias costumbres laboriosas
vestidas con las transparencias de lágrimas invisibles


Por qué si desde las edades arcaicas las pasiones se derrumban
debo asistir impávido al estancamiento de todas las prisas
al fracaso sempiterno de los sueños y las distracciones de la magia
para pronunciarte como sólo una mujer mas entre los arrobamientos del deseo

A los balcones de mármol se adhiere el hollín que dejan los holocaustos
luego de viajar miles de kilómetros acompañando  nubes incesantes
aseguradoras de los itinerarios turbios desplegados
por violentos ojos de ahorcados que claman sus mendrugos de justicia
y el viento estimula tercamente en el bailoteo de las horas


Amílcar Luis Blanco  (Melpómene – Sinmons – Gaysmith – Detail)