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sábado, 31 de mayo de 2014

JAZZ Y AMOR






"Cuando un romance es amistad pura, Ella y Louis celebran en el fondo."
Ivan Vargas- Poeta colombiano

Entre reflejos azules y metales de viento
siento,
la respiración de la larguísima trompeta,
la antigua languidez de los trombones,
resbalando por la esquinas de la ciudad
de calles angeladas de ángeles negros.

La grave baja voz de Satchmo,
gozándose en una melodía
por cuya columna se desliza cimbreándose
en lentas percusiones.
Y una melancolía de luna relampaguea
y unta y bruñe asfaltos, adoquines y bocas de tormenta.

Aquí está la ciudad,
la ciudad de la lluvia y los suaves encuentros,
la ciudad melancólica que suena
dentro de  áureas trompetas a la luz de la luna,
llena.

Hay esquirlas de llanto en los metales,
lágrimas de ollas en las escobillas
de aluminios golpeados como almas golpeadas;
risas de arroz y cenizas raspándose,
ásperas;
recias como las palmas recias de mujeres esclavas
con sus pieles marrones y músculos turgentes.

Y pienso irremediablemente en ti y en tu gracia,
en los azules ojos aguamarinas y el pelo peinado a la garzón
de esa mujer que nunca fuiste pero baila
al son del metálico piano cantarino.
Y las notas dulces se derraman del piano
Y mis ojos te ven bailar desde algún lado
Desde un lugar inubicable pero donde hay todo amor
Tanto amor como jazz.


Amilcar Luis Blanco  (Pintura de Sanat Resimleri)

EL OTRO


La vida



Desnudo de esporádica manera,
confiado al sol, mirándome en espejos,
un otro de antagónicos reflejos
reniega de mis hábitos, me altera.

En lo que pudo ser está y espera
juzgándome el hacer y desde lejos
sugiere un parecer, tiende aparejos
que para mejorarme considera.

Y levanta mi vida en los trebejos
de un ajedrez platónico, entrevera
mi cotidiano hacer, mis entrecejos

en dudas vueltas de una calavera
irreductible a sueños o manejos;
última imagen y única cantera.

Amilcar Luis Blanco  ("La vida" pintura de Pablo Picasso)

jueves, 29 de mayo de 2014

Miguel Angel Zotto & Daiana Guspero 3/4, SUNNY TANGO FESTIVAL 2013, milo...

LOS SUEÑOS



«El Coloso», un admirado cuadro de Goya que lo pintó otro - DL


Caigo de mi razón para perderme.
Nadie sabe en qué sitios
el suelo está minado
y camino entre zanjas y trincheras
despejando los hálitos del fuego.

En el peligro siempre inexplorado
me interno cada noche
cuando mi entendimiento suelta sus amarras
y el bajel de los deseos se aventura
abriéndole escotillas a la espera.

Soñar es casi estar despierto
en el centro del infinito,
en el mar de la aguda incertidumbre;
olas de angustia en cielos de metralla
y ojos laterales como los del lagarto.

Y por momentos, mi soledad
asume el cuerpo de un gigante
y pisa los terrones lacustres de las dudas
sobrepuja cordilleras
y humedece entre nubes su pudor de centauro.

Amilcar Luis Blanco  ("El coloso" pintura de Goya)

lunes, 26 de mayo de 2014

Woody Allen - Songs from Woody Allen's Films

LOS OTROS





Ya no quiero saber de dónde vienen
o a dónde van pero en la tarde pasan,
de desierto a desérticos caminan
contagiándome todos de distancia.

Ya no quiero saber qué es lo que hacen,
ni pregunto  el quehacer que los emplea
y en la función los vuelve funcionales
y los convierte en zombies.

Ya no quiero besar ni que me besen,
porque olvidé el camino hacia otros labios.
Miro pasar los días dentro de un tren en marcha
hacia una terminal que nunca espera.

Ellos ocupan siestas y distancias
en lánguidos andenes puentes improvisados
y maniatan las lunas y penetran el viento.
Se encolumnan debajo del vértigo y el miedo.

Ellos me hablan en sombras
dándome la escasez de sus palabras
y los varios sentidos del silencio
para que no me ahogue en las esquinas.

Amilcar Luis Blanco  (Pintura de Rob Gonzalves)

sábado, 24 de mayo de 2014

CULTURA DE MUJER






Una mujer metida en piernas en el libro,
metida en ojos pero viendo
más allá del contexto en el que está metida.

Una mujer tocando orejas y misterios
abriendo el paladar de la memoria,
yéndose en la quietud de sus distancias.

Una mujer batiendo el amarillo
de codos y de brazos y deseos,
puliéndose en tersuras como crema de leche.

Una mujer me envuelve, me envagina,
me pone en posición de disfrutarla
abriéndose, brindándose, me embriaga.

Amílcar Luis Blanco (Pintura de Vladimir Kusch)

martes, 20 de mayo de 2014

FIGURITAS








Viniendo de mi mismo,
siempre, pero también del mundo,
del estadio, el café,
y el subterráneo, tan fraternal y católico.

Hablando de mí mismo
y de los otros, tan gregario,
recortándome, recortándolos,
a baldazos de sombra, cuajarones de luz.

Escuchándome,
pero entre máquinas y sirenas,
entre sordinas y bocinas;
largos picaderos de conversaciones.

Andando siempre desde los pasadizos
untados y bruñidos por lluvias luminosas
y sombríos humores de hollín,
volviendo de un lugar olvidado.

Oliéndome el alrededor
y pasándome la lengua por los labios,
constatándome
en la mitad angustiosa del olvido.

Amílcar Luis Blanco   (Pintura de Oswaldo Guayasamín)

miércoles, 14 de mayo de 2014

LOS PÁJAROS




Ellos crujen, chirrían, zigzagueantes,
sobre mi coronilla, a mis costados,
fingen tijeras entre copa y copa
para cortar porciones de cielo y  triturarlas

Ellos sin peso casi, lanzándose al espacio
se atosigan de luz y maravillas
y en sus piares de noche ordenan la tiniebla,
la constelan al borde exterior de la casa.

Dibujan lo infinito en un sonar de nadie,
denunciando distancias, torres, cables, antenas.
Cantan en coros, tríos, duetos y solos.
Mezclan gritos y voces y retazos de rezos.

Salmodian el ayuno total de las palabras
cuando quedo en silencio al escucharlos
conversar en bandadas lentos abecedarios
de lenguas multiformes partidas por el viento.

Hay flejes y cuchillos de nudosa armonía
golpeándose en las chapas, las hojas, los silencios
un granizar de adustos gorjeos emolientes
y aguas que precipitan su humor entre las piedras.

Amílcar Luis Blanco

martes, 13 de mayo de 2014

DUELO





Estaba junto al dock, estaba en la ceniza,
la tiniebla en sus pelos, empapada.
Al borde del riachuelo caminaba.
Su rostro borroneado por la lluvia.
Las manos caídas fingían palomas de plomo
o eslabones gruesos o muertes como piedras.

Pisaba recia grises adoquines,
los que hubo bailado en otras ocasiones.
Salía de un estrado de palabras inquietas
los puños apretados de dientes apretados
y lágrimas de espuma como rabia de hocicos
dando la espalda a todos los colores del arco iris.

Salía de la tarde hacia la tarde.
Vertía tiempo líquido espécimen letífero.
Sonaba igual a una sirena perforando sonidos
y sin abrir la boca o la garganta sonaba en sus oídos
perforando silencios perforando agujeros perforados
vacíos torbellinos huecos de vacíos.

Amilcar Luis Blanco  ("Viuda" Oleo sobre tela de Daniel Diaz Piñeyro)

lunes, 12 de mayo de 2014

MILONGA





Líquidos pies y una pasión mistonga,
en el piso de a dos, entretenidos,
velocidad de ritmos y latidos
y de cuerpos adentro, meta y ponga.

Urgidos junto al fueye les rezonga
un tableteo de compases idos
de otros en bailongos compungidos
regresando a los dos y los entonga.

Líquidos  pies de cuerpos avenidos,
entregados en alma a la candonga,
meciéndose sin fin y contenidos.

No habrá vacío infiel que los exponga
mientras sigan en brazos bien asidos
al paso de la líquida milonga.

Amilcar Luis Blanco

domingo, 11 de mayo de 2014

MUJER Y VESTAL









Esa vestal ausente,  de “untuosa anatomía”,
después del escalpelo que le dio su sentido,
espera en sabio ardor, el seminal latido,
en el útero actual y no en la piedra fría.

La ventura en la savia primaveral se mece
Y la mujer de mármol se distancia y desvía
de la carnal, presente, que en su deseo crece
y vuelve a la remota que inspiró su armonía.

No hay sol que se divorcie del connubio de un día.
Menos del que se invoca, cuando el úrsido mece
su volcán sobre el vientre de la tierra baldía.

E invertido la siembra, la preña, la estremece
de una savia, una lava; la  pasión de su hombría.
Porque habrá un hijo entonces y el hijo prevalece.

Amilcar Luis Blanco ("El velo de Ariadna", pintura de Víctor Hagea)



sábado, 10 de mayo de 2014

Javier Rodriguez Geraldine Rojas2002.m4v

"Que no le enturbia el pecho"






"Que no le enturbia el pecho
de los soberbios, grandes, el estado"
Fray Luis de León de "Oda a la vida retirada"


¿Y ese "mundanal ruido"por el que preguntábamos
desde que éramos chicos de arrabal y mandados
y las películas en blanco negro blanco
instadas por los sones de las teclas del piano?

¿Y ese andar por los suelos raspando y fisgoneando
reptilíneos a veces, pero también erguidos o en cuclillas,
aguantando las ramas, la hojarasca, los vientos
y los grados de fiebre caídos en la cama?

Anda ahora conmigo tanta niñez a cuestas,
a veces dando abrigo,  otras, melancolías,
cuando vago al costado de florestas,
azules remembranzas y blancas simpatías.

También aquélla oda  de eglógica manera
instándome a rimar y medir en su grilla
una pasión gritándome  la ardua maravilla
de arder del lado turbio, pectoral, de la hoguera.-

Amilcar Luis Blanco ("Autorretrato" oleo de Vincent Van Gogh)

viernes, 9 de mayo de 2014

PREGUNTAS




¿Quién saca tanto tiempo de las cosas
y bruñe las hornallas para que siempre enciendan,
tanto interés magnánimo y lo exhibe?
¿Quién puede transferir tanta penumbra,
tanto dolor sediento y ensalzarnos
para que no nos demos cuenta ni mamados?

¿Quiénes que hoy nos sonríen desde ánodos y cátodos
en los televisores y los plasmas, en esa hilaridad tan cotidiana,
se nos llevan las almas a paladas detrás del cuerpo en trance?
Esos amos voraces, infinitos ¿están en otro lado?
¿Serán el Dios real, el que nunca transige,
el ceño de Cortés que los aztecas cultos respetaron ?

Hoy se me llena el día de preguntas
pero también mañana y ayer y en todo caso
el preguntarme se potencia y crece
y me interroga siempre por mi falta tenaz de señorío.

Amilcar Luis Blanco (Hernán Cortés, oleo de Nicholas Maurin)

CELOS






¿Hasta dónde, pregunto, se me irá la mirada
si desde el puente diáfano que tiende
quiero extenderme súbito al allende
de besarte en la boca largamente deseada?

¿Hasta dónde la loca beatitud exaltada
de una amistad sin límites se entiende,
si en una extrema afinidad  atiende
un ardiente deseo de vida acrecentada?

Hasta dónde, pregunto, porque la vista airada
quiere su posesión, el interés la enciende,
ya no te acoge desinteresada,

le fastidian tus galas y elegancias; se ofende
y le asaltan los celos de verte enamorada
de otro,¡quién! y por eso mi mirada me  vende.

Amilcar Luis Blanco ("¿Qué, estás celosa?" Oleo de Paul Gauguin)


jueves, 8 de mayo de 2014

AMIGOS





A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.-

(Miguel Hernández - Elegía a Ramón Sijé)

Hay un darnos el cielo en las miradas
sin decirnos palabra.
Y cada uno entrando con el otro
en un sinfín de eternidad,
en un océano absoluto sólo para los dos.

La idealidad vertida en abstracciones
es esa comunión de mar y cielo.
Y nos lleva hasta el fondo onírico del vernos
y advertirnos en esa continuidad imposible;
la camaradería sedienta de esperanza.

Aunque el viento en la costa de la playa desierta
cargado de desierto o  tormenta amenace,
juntos, a pie, oponiendo las frentes a la arena, al relámpago,
resistiremos siempre, siempre, porque somos amigos.

Amilcar Luis Blanco  (Pintura "Los amigos" de Oscar Kokoschka) 

lunes, 5 de mayo de 2014

Caballero invisible (A la memoria de T.S. Eliot)






Caballero invisible ya, caminando al borde del Támesis,
pisando esa hojarasca que se aprieta a los bordes como dedos
aferrándose al día para subirle fantasmas siempre vivos,
voces, silbidos, canturreos, susurros dentro de instantes
y muchedumbres de muertos pasando bajo el puente.-
No obstante los recuerdos del ahorcado de Madama Sosostris
en la ciudad irreal

Y la magia no cede alrededor de la roca roja
donde todo es seco y nos dolemos por un sorbo de agua
y la mentira pasea paseandera y nos raspa lo manso en los tobillos
y nos clava los ojos de acero silencioso y licencioso
mientras tratamos de mirarnos sin resultado en el espejo del pasado.
Caballero viniéndose desde sí mismo como tropel de sombras tropezándose.
Ya no hay musa que inspire. Ella ha sido violada en la tierra baldía.
Señor Eliot a la hora violeta en que a la espalda le nacen alas de desesperación y de cansancio
y el cuerpo se detiene hecho una máquina jadeante las diosas asistentes y dolientes se han ido para siempre.

Amilcar Luis Blanco (" La tierra propia, dos desnudos en la selva " pintura por Frida Kahlo)

Como el pez.







No me gusta flotar en la desgracia,
ser pez  en el estanque de lo  amargo
de un agua circular, en un letargo,
lejos del mar, la libertad, la gracia.

Hay fango de peligro en la falacia
de cuerpear densidades por encargo,
serpenteando a lo ancho y a lo largo
y en un anzuelo boconear la audacia.

No hay razón, ni sentido, idiosincrasia
para encerrar las vidas. Sin embargo
vivir cada morir da perspicacia

y me hace ser feliz cuando me alargo
en oceánicas lindes, porque sacia
sólo nadar distancias como el pargo.

Amílcar Luis Blanco  (Pintura: "Memoria de pez" por Eva Alfonso)

sábado, 3 de mayo de 2014

En el espacio sierpe de las dudas





En el espacio sierpe de las dudas
las sospechas se arrastran y pervierten.
Abro un diario masivo, cavilación y miedo
salen desde el hablar de las palabras.
Hay sombras escondidas en sus lineas,
abismos, cordilleras y absurdos roquedales
y allí vagamos los lectores perdidos en la niebla,
hundidos en los fangos cenagosos de noticias sesgadas.

Y uno encharcado en esa luz de siempre,
en esa luz se sabe sin retorno posible
porque se camina en el pampa y la vía del destino,
en ese hacer, desmadejar desgracia,
sonreírle al amigo, besar el tiempo en alguna mejilla,
la que ofrezca, ganarse el mango andando de entrecasa.
Porque uno es simple, vio, y uno se ensarta,
aún de caballero de espada y de coraza.

Uno cree en las letras de los diarios
de una manera bóvida, vacante,
y se deja llevar por el delirio, ese viento que soplan
desde la tinta impresa, el fotograma, la luz de las pantallas,
los voces sempiternas de la radiofonía,
aunque se sienta en el placer que instilan
una vacua mentira, una pócima urdida del paciente veneno del engaño
que nos pone molestos, odiadores, cargados como un arma.

Uno cree, creer es lo sagrado, lo usual y respirable;
ese primer apoyo en el que andamos buscándonos el alma
y encontrándola firme a cada paso como un bastón, un sueño, una mirada.
Eso que nos decimos entre todos y sacamos del diario matutino,
de la tevé nocturna o de la radio para poder seguir los ritos cotidianos,
para poder seguir amando, viviendo, trabajando
con la porción de luz y de esperanza, uniéndonos aún en  diferencias,
haciéndonos conciencias y criterios, no borregos guiados
por los perros jodidos de los amos jodidos mordiéndonos sin fin
y taladrándonos la calma del pensar en los talones y en las cautas orejas
con sus mordidas y con sus  ladridos.

Amilcar Luis Blanco (Obra plástica de Leonardo Da Vinci)