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jueves, 27 de abril de 2017

MELANCOLÍA




En vano guarda penas el silencio
cuando no estás conmigo,
en vano porque el día se deshace
y la liebre mayor de la esperanza
huye despavorida.

Queda el cielo temblando en la enramada
y una ceniza turbia,
poluciona la luz y arroja el alma
a rincones sedientos de distancia.
En vano entonces siento que te amo.

Amilcar Luis Blanco ("Melancolía de la partida", pintura de Giorgio De Chirico)

martes, 18 de abril de 2017

EL BESO


beso
Estoy ante la página silente,
la palabra insegura,
recordándonos
en el beso que construíamos
y no sé soltar rienda a tanta fuente,
a tanta llama oscura
y clara y envolvente.

Tantas veces mis labios
pronunciaron tus labios
y fuimos sólo eso,
un beso.

Y sigo ante la página callada,
ante esta blancura desatada
que nunca dice nada,
recordando filo y flor
de aquélla blanda espada.

Nuestros labios  canoas
de rojo itinerario,
abrían el delirio,
esfumaban las horas.

Y en las páginas blancas
hay la fuente segada
y unos labios que esperan,         
todavía.

Los dos devorábamos
la fruta deliciosa
partiéndonos
desde las bocas.

Nos precipitábamos
sorbiéndonos
dulcemente.
Y nuestros mismos huesos
se licuaban.

Nuestras corolas aterciopeladas
fogosamente aumentaban
el ritmo de nuestras respiraciones.
Y todo un universo se caía
alrededor de nuestro beso.

Amílcar Luis Blanco ("El beso" de Gustave Klimt)

miércoles, 12 de abril de 2017

INSPIRACIÓN



Inspiración - Gala












Humano, necesito sentir el extravío,
abolir el silencio de la tarde;
hermano fiel del rito y el hastío,
encubridor solícito y cobarde.

Adicto a la pasión porque transforma
la átona rutina en melodía
y da sentido y forma
al huésped de la luz, a la poesía.

La inspiración, transida, desenlaza
otro ser de mi ser y lo desplaza
a lugares insólitos y raros,
evapora y esfuma los amparos
de un manido sentir que ciega y pasa.

Un martillo martilla la distancia
y no es quizá un martillo.
Lo convierte en latir mi extravagancia,
en el batir sus alas algún grillo.

Y no hay ya más el canto monocorde,
la percepción tenaz de perspectivas
por las que somos, reiterado acorde,
y sólitas e iguales letanías votívas.

Las que arden hechas ojos en lo oscuro
y necesitan recibir del arte
un frío fugitivo, un espacio maduro,
un modo más de abrirse parte a parte.
Fuego fundiendo el hálito inseguro.

Amílcar Luis Blanco ("Gala", oleo sobre tela por Salvador Dali)

domingo, 9 de abril de 2017

LA LLUVIA


Me distraigo del tiempo cuando llueve.
La lluvia me asegura que la naturaleza
ha brotado del alma de la luz y atraviesa
la sucesión del mundo que alocado se mueve.

El agua de su calma extiende el canto leve
inunda mis oídos de paz y una certeza
de transparencia oculta alegra mi tristeza
y no siento la muerte, ni el llanto se me atreve.

La lluvia y su sonido me plantan en la boca,
en sus dos comisuras, en mis párpados, sueño.
Por eso me adormezco y en duermevela loca

evoco los misterios con dilatado empeño,
evoco la bravura del   mar contra la roca.
Un sempiterno Ulises se relaja en mi ceño.

Amílcar Luis Blanco 

viernes, 7 de abril de 2017

TU AUSENCIA




Es de mármol tu ausencia. La esculpo cada noche
escarbándole grutas de azul a mi albedrío
y estalla en mil escallas contra mi desvarío
más hiriente que el sino fatal de mi reproche.

Tu ausencia me invalida, me convierte en fantoche,
en títere sin alma en mitad de mi brío
y alrededor de un hueco profundo de vacío
me dilata y difunde en un fatal derroche.

Mi pequeño horizonte se agranda con  tu ausencia,
su  cuerpo me golpea haciéndome de trapo.
Escalpelo es mi tiempo, mármol tu resistencia.

Sobran de mi, colgados, mi pantalón, mi saco
y me arrojo desnudo a la audaz connivencia
con tu porfiada estatua que modelo y ataco.

Amílcar Luis Blanco (Escultura de una mujer que vivía en la cárcel de Chorrillos recolectada por Isabella Lorusso)