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viernes, 24 de diciembre de 2010

Poema para don Pedro Baez, cubano hasta la médula.

Llevas a Cuba en tus pies,
cimbreándote en la cintura,
la miras en lo que ves,
sitiando tu calentura.

Llevas a Cuba.

Quisiera estar en la Habana,
caminar su malecón
y conocer sus muchachas
pensando en José Ramón,
aquel que en "batas, bachatas,
a los turistas a gatas
y a los nativos también"
según Nicolás Guillén,
"cantaba liso, muy liso,
pa que lo entendieran bien.

Quisiera don Pedro Baez
ser cubano como usted
para poder ver la luna
del caribe alguna vez
y que mis poemas guarden
algún ritmo de bongó
y que se muevan mis piernas
y transformado en danzón
bailen con una cubana
que tenga risa de arroz.

Cuba rumba en su poema,
rumbea,
amigo don Pedro Baez
y pelea,
y transpira mucho tema,
rodeada de sol y mares.

Amílcar Blanco

Hecho de absurdo.

El hombre,
hollinado por dentro,
como una chimenea de sangre palpitante,
quiere limpiarse pero fuma,
quiere dormir y actúa,
ayunar y mastica.
Quiere amar pero el odio lo inflama
como una luna calenturienta y roja.
Tropieza a cada paso
con su deseo de detenerse
¿Esa es su cruz acaso?
¿Vencerse cada vez?
Luchar contra lo absurdo y ordenarse
para ser mas absurdo si es que cabe.

Hecho de absurdo
de duelo en bacanales
pongo a salpimentar mis lagrimales.

En el devenir de las canillas,
bajo o sobre el agua,
durante el mate con facturas,
dentro del sueño
o fuera de su dilatado perfil,
mientras espero la tormenta,
veo radio o escucho televisión
o incluso mi perro prepara el asado,
y te veo, ensimismada o riéndote,
también entrecortada,
a pausa y llanto,
en llantas apoyándome,
sintiéndonos,
entonces y después y ahora,
debo recordarme que queriéndote,
queriéndome,
despiertos o dormidos,
me muero, te morís, nos extraviamos.

Hecho de absurdo
golpes y rituales
pongo a salpimentar, sutil o burdo,
condumios como hostias ancestrales,
grey de las milenarias catedrales.

El día, histrión del sol, sale a menudo
sobre una galería de fantasmas.
Estando así, abarcados,
nos sentimos viajeros de su lumbre
pero también ausentes en nosotros.
Saludar exagera nuestras ganas.
Mirar o traspasarnos es lo mismo.
No hay embriaguez mayor que la del día,
ni ceño ni sombrero sin naufragios.

De pronto me ilusiono porque un cántaro
resuelve la materia de tu carne
con la luna y tus curvas
y mi canto que aspira a contenerte
y un contento, translúcido en mis manos,
que te sienten melodiosa y redonda
como un fruto mordaz del paraiso,
se atreve a contenerte
y se hace cofre
para que tu fragilidad no se resienta.

Pero desde la mirada mas furtiva
el absurdo se aviva.

Entonces cae la tarde, como un tren que se marcha
hacia el oscurecimiento gradual
llevándose la luz del último vagón.
Me pienso así viajero del espacio
sentado en el furgón
alejándome a mares del planeta
sin advertirlo, casi sin moverme,
en este horcón lumbálgico de mis caderas
en el que estoy sentado.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Quiero ser ese otro.

Quiero ser ese otro que te inicie
desde tu más legítimo comienzo.
El de la soledad que nos abarca.
El del mero silencio.

Quiero ser ese otro que te nazca
desde un dolor frugal y parturiento
Pero no como hijo, como el otro.
Igual de transparente, puro y cierto

El que te haga saber, aunque te hieran,
que sos muy requerida en otro encuentro
Y el que si tu cuerpo se extravía
te devuelva tu alma en un momento.

Quiero ser ese otro que te sigue
En cada paso y cada movimiento
Para que no te pierdas, aunque olvides
mi rostro ya de nadie, ya sin tiempo.

Quiero ser otra vez el que te inspire
Vivir para aceptarte en la batalla
Y en la lucha soñar enormes sueños
Aún en la vigilia mas canalla

viernes, 17 de diciembre de 2010

Alguien del otro lado del mar.

“There was a girl over the sea…”

Edgar Allan Poe


Parado en las palabras,
sobre filas y filos y bordes de palabras,
extiendo mis deseos como manos
hacia su pelo ungido de tiniebla
y quisiera sentirle su seda candorosa
y también que mis ojos atraviesen
el temblor azabache de los suyos
y mi nariz la huela y mis oídos la oigan.
Crecido hasta los astros y mirando
de un continente al otro;
doblándome como una sombra gigantesca;
en realidad parado en las palabras,
en los bordes verbales y sus tiempos,
en sustantivas rocas y sustantivos vientos
tratando a los vocablos
como duras canoas imposibles
para que me lleven a su encuentro.
Hay un poco de incruento sufrimiento:
nuestros cuerpos latientes tienen anclas
y sólo nuestras fotos y palabras
viajan sobre el espacio y sobre el tiempo;
los rostros engastados en momentos,
falseados, casi como,
entomológicos insectos,
nuestras manos tan sólo produciendo palabras;
inspiradas sin vernos, ni tocarnos, ni sernos
resistiendo tan sólo en la esperanza de ser,
cuando
sus ojos y los duelos de sus ojos,
su boca y el encaje de su risa,
la luz de su cintura en movimiento,
mis ojos y los duelos de mis ojos,
mi boca y el encaje de mi risa
la luz de mi cintura en movimiento
deberían, por fin, sentarse juntos,
bailar, o caminar o divertirse,
jugar a ser los unos y los otros
como una fiesta en el olimpo antiguo
de las afinidades
entre los dioses míticos del tiempo .
Hay brillos y dulzuras y circundan
alguna cosquillosa complacencia.
Y polleras de luces y de sombras
blandiendo su osadía en la tiniebla
Y hay espadas de nieve que amenazan
tropicales presencias en afiches
de películas viejas.
Se allegan desde el fondo del humo y la distancia
y derrochan a mares las ausencias
aunque quepan sus señas en correos
de lacónicas voces ,
en tan sólo palabras y silencios.

Momento

Abajo, en la cocina,
conversan las palabras.
Alguien ha puesto su corazón entre sus manos;
se escucha un bandoneón.
La melodía, por sobre los compases,
fugitiva diadema en la que engarzan
los latidos del ritmo
llega desde una radio arrinconada.
Hay un patio esperando,
una melena de álamo que suena,
una mujer desnuda en cualquier parte,
un querer abrazarla con prisa de orinarse
que nos parte igual a un meridiano.
Hay un latir de sombra no estrenado
bajando como un ángel,
una pasión besándome la boca.

domingo, 12 de diciembre de 2010

NO A LA REPRESIÓN, SI A LA POLÍTICA.-

La decisión de Cristina Kichner de no reprimir por la tan simple razón de que la violencia engendra violencia y porque en cualquier lugar del mundo cuando el Estado, ejerciendo el monopolio de la fuerza, reprime siempre hay víctimas que lamentar, es no sólo sabia sino también pacifista y coloca las cosas en el meridiano de evolución humanística y cultural que corresponde. Los problemas de los sin techo que aspiran a una vivienda digna y que, en muchos casos, han sido engañados con falsas promesas se resuelven en el diálogo y en el acercamiento de soluciones reales a necesidades elementales, que también son reales, y que la aplicación de políticas sociales debe resolver. Para eso están los especialistas, estadistas, sociólogos, psicólogos sociales, agrimensores, abogados, arquitectos, maestros mayores de obra, constructores y para eso también está la inversión pública en obras de infraestructura que deben acercar las soluciones para la gente carenciada.
La represión, la violencia, es la respuesta tradicional del establishment, del Estado neoliberal, de derecha, que gerencia constantemente para defender el poderío de corporaciones que sólo se preocupan por hacer negocios inmobiliarios rentables. No es que no los puedan hacer o no los puedan seguir haciendo con la gente que quiere mejorar su estándar de vida o incluso ganar status en base al acrecentamiento cualitativo e incluso cuantitativo de su patrimonio. Lo que no hay que hacer o no se admite más o cada vez menos que se haga es estafar al pobre, al carenciado, destruyéndole y esterilizándole su horizonte vital, excluyéndolo y marginándolo del confort y del consumo. Las políticas de inclusión social y distribución equitativa del ingreso que aplica este gobierno son las mejores. Por ahí he leido a Santiago Kovadloff y a Joaquín Morales Solá escandalizados por lo que consideran un abandono y prescindencia del Estado en el predio indo americano. Abandono y prescindencia en cuanto a imponer el orden y la ley a los palos, abandono y prescindencia de ejercicio de la fuerza en beneficio sobre todo de un derecho de propiedad que se considera accesible sólo para las clases sociales de mayor nivel de ingresos e imposible para los trabajadores, operarios, cartoneros, etcétera, que han sido desclasados y marginados por políticas neoliberales de vaciamiento industrial y empresario que sobre todo con Menen y De la Rúa han producido grandes masas de desocupados.
La verdadera política, la que se precie de cumplir con la finalidad de bien público que la legitima, en el marco de una democracia cuyos mandatarios han sido plebiscitados para cumplir un programa mayoritariamente reclamado por sus mandantes, la mayoría del pueblo, y que consiste precisamente en lograr la distribución justa del ingreso y la inclusión de todos en los beneficios sociales que se generen, es la que lleva adelante Cristina Kirchner y no la que propone palos y represión desde la estrecha visión de un exponente del neoliberalismo como Mauricio Macri que, en Capital, no ha invertido un solo peso en planes de vivienda, salud o educación, ni tampoco en infraestructura. Aún el neoliberalismo más rancio, partidario de la economía de mercado, debería agiornarse prestándole real atención a la problemática social, saliendo de la trágica y pueril alternativa de emplear la violencia y tratar a los pobres, discriminándolos, increíblemente hasta por razones xenófobas, y ocupándose con puntualidad y eficacia de ofrecer soluciones para los más débiles y castigados, para los parias de esa sociedad impiadosa que ellos han colaborado a erigir, cada vez más indiferente, que permanece impertérrita ante las desgracias atroces del infierno que ella misma ha generado. Si quieren hacer negocios que los hagan pero tratando de abandonar ese atavismo de piratas y bucaneros, de explotadores esclavizantes. Si no lo hacen y alientan los enfrentamientos las tempestades que cosechen van a terminar por derrumbar sus propias fortalezas en las que tendrán que esconderse.-

viernes, 10 de diciembre de 2010

Botas vacías de mujer (Dedicado a mi esposa Elsa)

Botas vacías de mujer creciendo,
baldías hacia lo alto,
en la barca voyante de la habitación,
con mi mirada abarcándolas.
Es como si te contemplara toda entera:
botas vacías de mujer creciendo,
alta y ubicua;
dromedario de la domesticidad
y mula de la tuerca noria extractora de cielo,
movida a fuerza de pasión,
a sólo pulso de muñeca.
Mujer alta crecida de las botas vacías,
casi como si bailaras pero detenida,
venida a más y a menos,
inmarcesible asta de tu rostro,
tallo de tí misma y tu melena,
sin maquillaje ni aspavientos;
asta de la mujer encinta
engullida por indiferencias sin cuento
y proseguida en críos ramalajes y augustos
hacia adultos sin miramientos.
Alta mujer venida en botas,
resistidora de los vientos
y de las sonrisas entre sombras que carcomen o flamean,
después de las batallas en las mesas o camas
y los censos barriales de canas;
construida enseguida de las procesadoras de tormentos
y lavadoras y hornos y telenovelas,
mates, cenas, almuerzos, ausencias y tiempos.
Botas sin nadie resistiendo
desde lunas, almanaques y advientos;
aguardando el cansancio y descansando
luego del recio día hasta que llegues
doble desde el suspiro y el incienso
para ponerlas nuevamente en vida
y luz y movimiento.
Botas aguardadoras de femeninos términos en cuerpos.

Bebamos esta lujuria

Bebamos esta lujuria de nuestros cuerpos
como un vino que emana de una alegría milagrosa.
Disfrutemos de nuestra libido
como de una sed que se sacia y nos acaricia
con el fugaz olvido de lo doloroso.
Ese correr del agua por la garganta seca,
ese deseo de lo ambiguo voluptuoso,
esa labilidad mareadora que nos inunda sin ahogarnos,
torrencial sin embargo, fragorosa,
como un viento que sopla desde la ansiedad de lo nuevo,
desde los rincones y las curvas de tu cuerpo,
desde el latido de tu sangre bajo los párpados,
como una explosión que se propagara lentamente dentro de la carne,
bajo los pétalos del pimpollo que forman los labios de tu vulva,
comienzo de todos los caminos.-

miércoles, 8 de diciembre de 2010

NO DIALOGAN ¿SÓLO POR LAS FORMAS?

Joaquín Morales Solá, en su artículo de hoy miércoles 8 de diciembre, no deja atrás su defensa de la hegemonía mediática empleando el remañido subterfugio o eufemismo de considerar un ataque a la libertad de prensa todo disenso de la Presidenta con las mentiras o tergiversaciones de los hechos que constantemente propagan y difunden los medios monopólicos. Considera que el saludo de Cristina Fernández a su otrora colega en el Senado y jefe radical Ernesto Sanz es un cambio en las formas significativo de la mayor libertad que, desaparecido Néstor Kirchner, nuestra Presidenta se permite y, una punzante ironía, sin practicable respuesta debido al protocolo, haberle dicho al Ingeniero Macri que la vecina o la señora de enfrente lo saluda.
Elude considerar que hubiera pasado si Mauricio Macri le hubiese respondido algo a Cristina, arguye que no lo hizo por no violar un protocolo. En realidad Macri no dialoga con Cristina porque frente al público, las cámaras y los micrófonos saldría perdiendo en un eventual duelo verbal al que no creo que la Presidenta le hubiese rehuido. El jefe del Ejecutivo porteño no es particularmente versado, aplicado a su gestión, ni menos todavía ingenioso y ocurrente, no se caracteriza por su brillantez. De modo tal que puesto a dialogar con Cristina sobre cualquier tema público perdería por varios kilómetros en la pista del realismo y la lucidez.- Buena prueba de ello es que cuando los periodistas lo interrogaban frente a cámaras y micrófonos acerca de la situación del teatro Colón alguien soplaba las respuestas que el repetía al borde de su oreja.
En cuanto a Ernesto Sanz de quien cabe pensar sí que el protocolo pudo haberlo llamado a silencio, por tratarse de un radical tan verborrágico como todos los que se enlistan en el centenario partido de Alem, considero que también se equivoca Morales Solá si piensa que Cristina debió haberle dado la razón concediéndole ejecutividad a su pedido de convocatoria a extraordinarias. Toda acción política que se precie debe ir más allá de las formas – y en esto, creo, coincidiremos con el articulista – por lo que haber hecho semejante concesión hubiese significado una humillante sumisión a las formas, actitud de la cual los radicales jamás se libran y en la que, muchas veces, expiran asfixiados ya que suelen caer en sus propias trampas. El plan de gobierno y la asignación de recursos (arts. 99 y 100 de la C.N.) son resortes exclusivos de la Presidenta y permitirles a los opositores que ellos impongan un presupuesto es sumir en la impotencia la acción de gobierno.
Creo que la actitud de Cristina Fernández es invitar, verdaderamente, a la oposición a un diálogo honesto y constructivo. Creo también que, hoy por hoy, no hay quien de ellos que sea capaz de recoger el guante, algunos por ineptitud, otros por cretinismo y quienes ven lo que desean que los demás vean únicamente por cinismo.

EL SOL (Soneto)

El Sol hace los días, constituye
su total transparencia, su sustancia,
les da el algor, el suelo, la fragancia,
el color, la altitud, el fuego, y fluye

de un horizonte al otro. Cuando huye
todo se transfigura y se distancia.
Pero si crece alrededor y escancia
aún su pálida luz nos restituye

la salud, el deseo y la elegancia.
Somos de tierra, agua, y nos construye
una luz macilenta que diluye

esa inercia fatal de sombra rancia
que a la nada sin fin nos escabulle
El Sol nos da la vida, su flagrancia.

martes, 7 de diciembre de 2010

¡Alas! ¡Alas! ¡Alas, remos y alas!

Alas, alas, remos y alas,
para volar y navegar la altura,
ir sobre las ciudades
contemplar los rosarios de luces y de galas
desde la noche pura
sobre horas que horadan las edades.

Alas, alas, remos y alas,
las de ángeles raudos, las de atlantes,
para sortear esquifes y otros duelos,
en hospitales, cárceles y salas
como nuevos Virgilios, como Dantes
de avernos desde siempre sin consuelos.

Remos que vuelan, alas que navegan
y suelas que naufragan en las calles.
Andariegos del sol que nunca llegan,
desde extremas alturas y hondos valles;
aman, trabajan, sufren, luchan, pegan,
unos maldicen y urden, otros ruegan.

Vemos,
que necesitan alas y necesitan remos.

Alas, alas, remos y alas,
porque la vida sigue
para poder vivir mientras se vive
dejando de morir en tantas malas
sufrir y carecer en tantas buenas
e infligir en los cuerpos tantas penas

¡Alas! ¡Alas! ¡Alas, remos y alas!

domingo, 5 de diciembre de 2010

La lluvia (Un poema que escribí a mis 16 años y hoy quiero compartir con ustedes)

Me gusta la lluvia,
la lluvia que canta en la calle,
que viene bajando de la tarde turbia,
que moja tu talle.
El agua que empuja la noche,
que cae en tu pelo
poniéndole un broche;
la gota, su brillo de cielo.
La calle, alargado reflejo,
que junta mi vista y tu vista:
El dejo
de viejo
que tiene la arista
de algún edificio mojado.
Y el tono sagrado
del rumor del agua
cayendo;
sencilla en su fragua
de brillo y de piedra,
mojando la hiedra,
haciendo
que hablen los árboles viejos;
rumor de sus hojas
vibrando por gotas,
las tejas,
que las vuelven rojas.
La tarde en la lluvia.
La lluvia en la tarde.
La turbia
palidez que arde.
Sonido del cielo,
llorando,
cantando,
cayéndose al suelo.-

viernes, 3 de diciembre de 2010

TUS OJOS

Besos de luz, de sol entre el ocaso,
y guías en el mar de los bajeles;
lunas furtivas de constantes rieles
que llevan siempre al maternal regazo
e iluminan mi vida
nunca serán silencio y despedida.

Guardados bajo párpados de moza
darán su luz de un líquido café,
en cuyo estigio lago se reflejen
llamas del fuego frío de una rosa
que tenga pétalos de sed
y temblarán en mi cuando no cejen

Con ellos hablaré en la madrugada
y en cada noche de voraz encuentro
cuando a los dos nos ponga la mirada
íntimos y salaces beso adentro,
cuando nos inundemos las pupilas
y hacia el tiempo total cerremos filas.