Me gusta la lluvia,
la lluvia que canta en la calle,
que viene bajando de la tarde turbia,
que moja tu talle.
El agua que empuja la noche,
que cae en tu pelo
poniéndole un broche;
la gota, su brillo de cielo.
La calle, alargado reflejo,
que junta mi vista y tu vista:
El dejo
de viejo
que tiene la arista
de algún edificio mojado.
Y el tono sagrado
del rumor del agua
cayendo;
sencilla en su fragua
de brillo y de piedra,
mojando la hiedra,
haciendo
que hablen los árboles viejos;
rumor de sus hojas
vibrando por gotas,
las tejas,
que las vuelven rojas.
La tarde en la lluvia.
La lluvia en la tarde.
La turbia
palidez que arde.
Sonido del cielo,
llorando,
cantando,
cayéndose al suelo.-
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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He venido a desearte una bella semana.
ResponderBorrarQue hermoso recuerdo compartes, Amilcar...
Dios te bendiga
_Charo Bustos Cruz_
Ay, qué precioso poema compusiste en tu mocedad, ya eras todo un poeta con tan poquitos años. Me ha parecido muy bello y tierno, amigo mío.
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