Abajo, en la cocina,
conversan las palabras.
Alguien ha puesto su corazón entre sus manos;
se escucha un bandoneón.
La melodía, por sobre los compases,
fugitiva diadema en la que engarzan
los latidos del ritmo
llega desde una radio arrinconada.
Hay un patio esperando,
una melena de álamo que suena,
una mujer desnuda en cualquier parte,
un querer abrazarla con prisa de orinarse
que nos parte igual a un meridiano.
Hay un latir de sombra no estrenado
bajando como un ángel,
una pasión besándome la boca.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
Hola, mi querido Amilcar. Apasionados versos los de este poema, que destila sensualidad y que se dearrolla con ritmo frenético. Un beso grande y te sigo leyendo...
ResponderBorrarMuchas gracias, querida amiga Mayte. A mi me ha gustado muchísimo tu poema sobre la luna. Un beso grande.
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