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viernes, 27 de agosto de 2010

Se trata de los pobres

Prójimos que nos aman caminan en la nada,
a ciegas, entre duelos, en calles, galerías,
guardan heridas, muertes, no bienes o alegrías,
sí desvelos, desgarros, de fatídica espada.
Pero un puente de tierno candor desde esos seres
visita cada noche nuestro frugal vacío
y una culpa nos roe nuestro saldo de haberes,
por los que nada tienen, como un debe de frío.
Aunque alcen amores, estandartes, banderas,
y disfracen delante de nosotros su hastío,
sin sueños, ni dineros, en mentes y carteras,
sus ingestas de angustias desvisten los payasos,
la encubierta tristeza con pálidos retazos.
Son una muchedumbre de seres solitarios,
sentados en las plazas, huérfanos y gregarios
que se bancan sin fiestas los arduos calendarios,
soportan orgullosos mil muertes pasajeras
y en cantos disimulan sus disfónicas quejas.
Se ciernen y despegan en vuelos sin alzarse,
tumultos invisibles, mudos como trofeos;
vuelos de alas que vibran en sus ardidas cejas
y tiemblan de pudores sin jamás elevarse.
Se trata de los pobres, hambreados, sucios, feos,
sin réditos ni panes, en shopings de neones,
lujos, mercaderías, donde otros gozan dones,
y ellos sufren deseos, montones de deseos
y rudas apetencias, nunca satisfacciones.
Hay una indiferencia brutal que los golpea
y le muerde los cuerpos y les quita las ganas.
Viene desde el origen de nosotros y arrea
todas nuestras virtudes teologales o humanas.
Por eso la paciencia de ser para otros lazos
que nos unan al mundo de los necesitados
deberá ser el cielo que oriente nuestros pasos
para sentirnos vivos, al fin justificados.-

jueves, 26 de agosto de 2010

¿ Y DESPUÉS DE TANTA MENTIRA, QUÉ?

Porque una cosa es mentir sin darse cuenta, como un hábito, como el café que se bebe por las mañanas, distraido, aunque nos irrite las mucosas intestinales, nos provoque cefaleas, ardores o directamente fuegos estomacales. No le estamos haciendo bien a nuestro organismo y deberíamos cambiar de hábito. En realidad lo estamos agrediendo, dañando, pero nos mentimos a nosotros mismos y encontramos excusas para justificarnos. Pero otra cosa bien distinta sería que después de profundos exámenes y análisis un gastroenterólogo nos dijera: "Tiene una úlcera, un café más y se le perfora el tejido". Los empleados escribidores de los medios gráficos monopólicos que pagan excelentes sueldos y otorgan ventajas y premios podían justificarse como exégetas y panegiristas de sus patrones diciéndose que de ese modo aseguraban el bienestar y la prosperidad de ellos y sus proles, pero una vez que las mentiras acerca del latrocinio sangriento y la complicidad con los genocidas sale a la luz con evidencias incontrastables, si continuan mintiéndose y mintiendo, qué van a decirle a sus conciencias y a quienes ya los están juzgando ¿ O acaso no tienen conciencias? ¿Qué harán, de qué se disfrazarán después de haber quedado en evidencia, con el culo al aire? ¿Acaso no les importa? ¿Qué les dirán a sus hijos?

lunes, 9 de agosto de 2010

CULPA PSICOLÓGICA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Los periodistas que dicen sentir miedo a la falta de libertad para expresar sus opiniones porque los medios para los que trabajaban no les han renovado sus contratos, han encontrado rápidamente empleo en radios o canales de televisión que los acogen complacidos y les permiten decir lo que sienten y piensan acerca de todo. Me refiero a Alfredo Leuco, Pepe Eliaschev y Nelson Castro, por ejemplo. Este último, que hace unos días entrevistó por radio al Canciller, Héctor Timerman, no pudo explicarle a su entrevistado por qué, si hay censura, él mismo y los antes nombrados trabajan todos los días y dicen lo que piensan. En realidad, lo que estos periodistas manifiestan, cuando se muestran temerosos, son las culpas subjetivas, emergentes quizá de las profundidades de su inconsciente, por haber sido insinceros, tergiversadores o sesgadores de la verdad al opinar sobre lo sucedido en la Argentina en los últimos tiempos en materia política, económica, social y cultural; la de no haber sido o tratado de ser ecuanimes. Tal vez inspirados en preconceptos o prejuicios, cobardías personales, conveniencias materiales, en muchos casos, han coqueteado con el poder y faltado a la verdad, no han sido claros, valientes o desinteresados. La culpa vuelve por ellos desde sí mismos. Sobre todo porque, mal que les pese, son conscientes de que trabajan para formar opinión pública y que sus fallas morales o éticas se transmiten y propagan como una enfermedad contagiosa o endémica que prende en la debilidad crítica o en las ignorancias de la masa que las recibe como una suerte de vacuna vencida o en mal estado. Aquí, en la Argentina, como lo ha dicho reiteradamente Eduardo Aliverti desde sus columnas en Página 12, donde han desaparecido treinta mil personas que han sido antes torturadas, vejadas o arrojadas al mar vivas y atadas a una piedra, cuando sólo "La Opinión" de Jacobo Timerman o "Buenos Aires Herald" de Roberto Cox denunciaban con nombres y apellidos a las personas desaparecidas, con los monstruosos genocidas de las juntas en el poder, ¡había que animarse!, sostener que ahora hay miedo y responsabilizar al gobierno actual como si éste fuera macartista y confeccionara listas negras es mentir descaradamente. No se puede escapar de la culpa por el atajo de la mentira. El único modo de hacerlo es reconociendo los errores y tratando de ser honestos. Contra la insolencia, la lujuria y la soberbia del poder, el estoicismo, el recato y la humildad de la verdad que, si bien jamás es objetiva, si es honesta siempre cura y purifica.

domingo, 8 de agosto de 2010

POEMA DEDICADO A JORGE LUIS BORGES

Este jugar a ser poeta quiere
vagar por el eterno laberinto
cifrado en lo profundo del instinto
de tigre en hombre que se considere.
También lo intriga el mito del espejo
como frontera de lo indescifrable.
Un antes y un después inenarrable
del olvido que nunca se hace viejo.
Admira a Schopenhauer, Spinoza.
Estudia lenguas en que canta el hierro,
Y rinde culto a la constante rosa,
cegado a su color, fiel a su prosa,
hecha dolor, placer, acierto o yerro.
¿Quién conoce el sentir por cada cosa?
¿Quién, el latir de un tiempo que percute
más allá del reloj o el pulso humano,
pero que desmorona nuestra mano
aunque en mármol o bronce se transmute?
¿Habrá un adios definitivo o todo
proseguirá existiendo de otro modo?
Y si es así, ¿valorarán los días
niños dioses,
que amen las poesias
y desdeñen por siempre los adioses?
Eternas las preguntas, infinitas,
como los incontenibles universos,
innúmeros los dones y las cuitas
e innúmeros los versos.-

TANGO DANZA

Hechos de carne, hueso y Buenos Aires,
danzan los bailarines contra el tedio,
abren, puntean, pican y volean,
su yugular asedio.
Logran que huya de ellos al desgaire
lo que no sea pasión y sólo sean
ráfagas de latidos abrazados,
cuerpos en ochos, rulos y compases,
en sus trémulos pulsos concentrados.
Fervor ponen las piernas en desdenes y pases,
sobre adoquines anchos y blandos como un beso,
solamente insinuado por carmín en los labios
de la lúbrica hembra; pantorrilla en exceso,
y muslos y caderas y grupas con resabios,
en mimos de habanera,
de pantera.
Taconea el varón, percute y lanza
sobre incisivo pie su andar malevo,
de rodillas pegadas,
cansinas y rumbosas compadradas,
que avanza
cual filo de facón en las patadas.
La mujer retrocede casi bajo su paso
y él con su diestra palma a lo que quiere
presiona la cintura, la sostiene en el brazo,
y le hace hacer figuras y la hiere
como si la acuchillara en el abrazo.
Hechos de carne y alma, hechos de tango,
elegantes, zumbones y guarangos,
toda pasión sus vidas, sangre en duelo,
los bailarines bailan sobre el cielo,
escapando sinuosos, acezantes,
hacia una eternidad que rompe y raja
la dura urbanidad que los ataja,
recia como pelea de guapos zigzagueantes
que descargaran filos homicidas y errantes.-

lunes, 2 de agosto de 2010

¿HASTA DÓNDE LLEGARÁN LOS SOFISMAS DE LA DERECHA?

Sobre todo los de Mariano Grondona, quien, en su artículo de ayer en "La Nación", ilustra sus opiniones con el recuerdo de batallas que decidieron la derrota del ejército alemán en la segunda guerra mundial. Imagina a Néstor Kirchner como mariscal de esas fuerzas militares, habla de sus ciertas y posibles contraofensivas, y sueña para él un destino como fueron los de Stalingrado en el frente oriental y el de las Ardenas en el occidental para las tropas germánicas. Según su visión, trás la debacle electoral de Kirchner el 28 de junio del año pasado, la oposición, que vendrían a ser los aliados, no da en el clavo para acorralar a esta encarnación vernácula y actual de Hitler. Ya desde el vamos, comparar a Kirchner con Hitler, nos mete, como lectores que tratamos de entenderlo, en realidad nos envuelve, en un sofisma oscuro, tan tenebroso e ineludible como la atracción gravitacional de un agujero negro en el espacio interestelar. Nos tenemos que dejar arrastrar por su espantosa metáfora para mover las piezas del juego intelectivo que propone. Y esto porque como lectores nos aproximamos al texto más o menos desprevenidos, dispuestos a extraer de el una visión más o menos objetiva del tema que promete abordar. Primero, no estamos en guerra, aunque Grondona profesoralmente nos explique que la palabra guerra proviene de una voz indoeuropea que significa confusión. En realidad es él quien nos confunde a nosotros. Segundo: Kirchner no es Hitler ni lo quiere ser. Podríamos, eso sí, reconocerle agradecidos al articulista, su aclaración acerca de que en una guerra el vencedor se impone a sangre y fuego, es decir por la fuerza y, en una elección, en cambio, el que se impone es el pueblo sin disparar una sola bala, es decir pacíficamente. Aunque Grondona no destaca la paz del pueblo que deposita sus sufragios en las urnas sino su papel de árbitro, no obstante le reconoce, admite que es el soberano, máximo interprete de su voluntad, el que decide qué destino hay que darle a la república democrática. Porque si esto es así, y es así, los sofismas sirven sólo para intoxicar y tergiversar la comprensión de los fenómenos políticos cuando no están bien inspirados, cuando las metáforas, alusiones, alegorías empleadas para aludir simbolicamente a lo significado, a los sentidos que encierra, están construidas a partir de prejuicios o preconceptos, por muy cultos que estos parezcan y se trate de perlas de erudición, ya que lo m,entado aludido o significado en las guerras on los desbordes de violencia, destrucción y genocidios que ellas producen únicamente para el sufrimiento de la humanidad, en cambio lo significativo de un debate o contienda electoral, en la que cada uno de los adversarios políticos aprovecha las inconsecuencias, ignorancias o ineptitudes del otro, o desnuda sus trampas de tahures y sus desvergüenzas e inmoralidades, es el mejoramiento de la realidad histórica, la cual comprende tanto el sistema institucional, económico y social, que se fortalecen si la lid se lleva a cabo con honestidad intelectual, como los valores simbólicos de una cultura que nos constituye y toca a todos. En decidir qué valores deben realizarse, cuáles son o no futuribles, el único árbitro soberano es el pueblo de la república, y esto sí que no es un mero sofisma.-