sólo pasión desnuda y penetrante en el ósculo
oscuro
agujero de sombra así me apresa y lo abro
en sus recias mitades yeguarizas sin el
perdón azul de la palabra
Pasión que tus ojeras autorizan y tu boca
autoriza y tu gemido
en el alrededor zumbante donde nacen abejas
del estío
y los sonidos tumban explanadas convocando
al estigio
encendiendo de frío las estatuas la
desnudez ahita ya del gozo
El aire en catedral se precipita como una
catarata
Hierve el pedrerío de la soledad y se caen
las preguntas una a una
Por sus puños vencidos impotentes abren sus
palmas todos los sigilos
Y el mar viene a buscarnos y a mecernos y
nos convierte en niños
Amilcar Luis Blanco ("Tormenta de pasión" Oleo de Andrés Meijide, pintor gaditano)
Estupendo poema. Me ha gustado leerlo. Un saludo.
ResponderBorrarAmilcar...
ResponderBorrarAmilcar..." Pasiòn "
ResponderBorrarAngustia... de no saber el porque, de esa pasiòn desvanecida, deseando volver a ser niño, para vivir y sentir en su gemido, el gozo de la que crees haber perdido.
¡¡¡ hermoso !!!
un beso
Gracias, Francisca, he pasado a leer tu último soneto para tu hija y me ha gustado mucho. Un beso.
ResponderBorrarGracias, Doris. Me ha gustado tu último poema en que reniegas de quien no ama verdaderamente. Un beso
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