La vela se consume y me recuerda
cómo a medida que ardo me voy quedando solo
cifrado en la condena del fulgor de la
llama
mermando en los ocasos
En realidad mi alma milagrera sueña con la
ternura del fuego
Imagina extenderse difundirse en esa luz
que bruñe supeficies pulidas
Y rescata contornos de la sombra
La transparencia se instala y nunca tiembla
Los cuerpos de tiniebla bailotean alrededor
de la luz
Se vuelven voluptuosas corrosivas penumbras
Y contagian las aristas más duras de lánguido
crepúsculo
Mientras el pabilo expele el humo
ennegrecido
Y la cera transmuta en lágrima caliente
La soledad ansiosa que se cierne hecha
mujer y celo palpitante.
Amílcar Luis Blanco (“Luces y sombras” Oleo
sobre tela por Diego Campos)
Amilcar..."Luces y sombras "
ResponderBorrarBrotan de tu cuerpo ardientes deseos, porque sigues amando a quien ha encendido una pasiòn y mantienes viva la llama de ese amor....
¡¡¡ muy bello !!!
un beso