Cómo te extraño, tanto,
que me desbordo de mi propio cuerpo.
Me caigo de mí mismo
hacia un profundo abismo,
el de tu ausencia, yerto.
Cómo sigo mi vida sintiéndome desierto,
siendo un vago guarismo,
el recuerdo de un muerto.
Quiero besar el cielo de tu boca.
Ingresar en las aguas de tu ferviente mar
y encallar en tu arena. Parpadear
ante el sol de tu frente, ante la roca
y ser la maravilla desnuda que te toca
como a una virgen negra en un altar.
Amílcar Luis Blanco ("Los amantes de Teruel",pintura de Jorge Gay)
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