desde el bolsillo de la esperanza
Y toda una magnolia derramándose
para darnos verano en las narices.
Sueños de sementera y árboles
todavía en barbecho pueblan el horizonte.
Mirándome en el espejo de mi soledad,
en el ojo repartido y fugitivo de la tarde,
no escarmentándome jamás de tanta vida.
Vivir es una sensación de encadenadas sensaciones.
Una película que pasa sin miramientos
y nos incluye como actores estupefactos.
Nos vestimos y desvestimos, comemos, corremos, amamos;
vivimos dentro de esos fotogramas.
Amilcar Luis Blanco
Estoy de acuerdo contigo en que, somos actores estupefactos en el teatro de la vida.
ResponderBorrarBuen poema, Amilcar, para despedir el año.
¡Feliz Año Nuevo, amigo poeta!
vivimos dentro de esos fotogramas, y ni nos percatamos de que la película continúa rodándose hasta que un día se inflama y todo arde...
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