Aunque el espectro
sin alas de la muerte
haya dejado
su luto escarmentado-
Hecho de piedra.
Hecho de imán.
Hecho de nieve.
El cadáver sin ella
de mi madre
su belleza preserva.
Sin culpas, sin afanes,
la muerte no le mueve
esa líquida estrella,
No hay pasión que lo encuadre
al cadáver sin nadie de mi madre.
Amílcar Luis Blanco
Qué hermosa elegía, tan triste y tan sentida, has compuesto como postrer homenaje para tu amada madre. Qué belleza desprenden esos versos, casi tanta como la de esa fotografía suya con que ilustras el poema, casi tanto como la arrebatadora sonrisa de tu madre, querido Amílcar. Sabes que te acompaño en el sentimiento, de corazón te lo digo.
ResponderBorrarSi Mayte, gracias por tu valiosisima compañia. Una amistad como la nuestra que ni el tiempo ni la distancia han logrado erosionar y que tiene que ver con nuestra mutua y comun devocion por la lectura y la escritura obra el milagro de sentirme acompañado en esta corta y solitaria existencia, esta atipicidad y originalidad de una pasion que nos convoca. Gracias amorosa mujer !
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