Debajo de mi sangre está el verano
Debajo de mi sangre el mar espera
Y en clara exaltación la primavera
pulsa su albor adentro de mi mano.
Mi sangre parpadea. Es el cercano
escozor de estar vivo, la manera
de sostener el mundo; la frontera
puesta entre la vigilia y el arcano.
Y es de mi corazón su movimiento
que sostiene mi andar y desvarío
e inunda de pasión mi pensamiento
Soy casi todo sangre cuando río
y cuando me reprocho y atormento
ella me yergue aún en lo sombrío.
Amílcar Luis Blanco (Acrílico sobre cartón de Josefina Solondoeta)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos pero me reservo el derecho de suprimir los que parezcan mal intencionados o de mal gusto