después de tu sonrisa
que golpea en el tiempo que soy
hasta perderme.
Sin embargo navego
surto en su vela blanca
por el mar taciturno y azul
de la esperanza.
Mi corazón se niega
y no acepta el ultraje
de haberse muerto tanto.
Solitario navego,
marinero del ansia,
dentro del cubicaje
mínimo de mis párpados.
Voy detrás de la ausencia
de tu sonrisa blanca,
a la deriva siempre
del adiós que no cesa.
Amílcar Luis Blanco. (Fotografía de la actriz sueca Lena Olin)
Sonrisa dibujada con los versos de tu escritura, sonrisa sentida entre tus letras.
ResponderBorrarUn beso.
Gracias María. Un beso
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