Luna de amor y extraño vertedero,
ojos color café
en cuyo estigio lago se reflejan
llamas del fuego frío de una rosa
que tiene pétalos de sed.
El lirio y la azucena precipitan
en brillo su color
hecho de luz y en torbellino arden
en el oscuro río de la tarde
que tiembla en el alud.
Y en sustancia de noche,
en palpitar de estrella,
tus pupilas me laten
adentro de la hondura que me abres
cada vez que me miras y me dejas
bajo el arco desnudo de tus cejas.
Amílcar Luis Blanco
Hola Amílcar, una mirada dice más que cualquier palabra dicha después del primer encuentro, cuando la mirada es la llave que te lleva al siguiente encuentro, es la mirada quien nos ata al amor, a la persona, y es el primer síntoma de enamoramiento que nubla la razón.
ResponderBorrarHermosa entrada amigo. Un abrazo.
Hola, Lola querida, eres la única que me ha hecho un comentario y te lo agradezco muchísimo, gracias. Un abrazo
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