Ellos vienen a echar la luz y fama,
la fama triste y agresiva de una hombría
malentendida destructiva y sombría,
totalitaria.
Apenas construida,
a penas realizada,
a medias dibujada,
diluyéndote,
aristócrata o pobre da lo mismo,
mujer golpeada.
Cayéndote,
cayéndote porque te caen,
porque te callan duramente
los pinceles de ojos y manos
de la hombría,
malentendida,
destructiva,
sombría.
Esa combinación de luz y fama
que totaliza el credo,
la creencia torpe y sucia,
dibujando silencios en el cuerpo,
vacíos en la carne y en la sangre,
cayéndose,
callándonos a todos.
Amilcar Luis Blanco ("Lady", pintura de Alina Maksimenko)
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