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lunes, 12 de abril de 2010

LA IDEOLOGÍA DE LA DEMOCRACIA.- A través de comentarios y experiencias tengo para mí que la ideología es la proyección política de lo que hacemos cotidiana y domésticamente. En cada acto, apreciación, juicio de valor, insulto, invectiva, aprobación de lo que hago y de lo que los demás hacen se manifiesta. Pero se proyecta y me enlaza con los otros. Lo mejor sería que mi ideología me permitiera convivir y a los demás aceptarme tal cual soy. Es decir, que no me lleve a la intolerancia, ni tampoco al fracaso, que fundamentalmente me permita adaptarme. Puedo sentir una gran empatía con este proyecto político porque lo considero de inclusión social y equidad distributiva y tendré así una ideología de centro izquierda relativa porque la mido constantemente con las posiciones que adoptan otros grupos. En este momento me parece importante que todos convengamos en que la Democracia es el gobierno de las mayorías y que las minorías deben acatar lo que las mayorías deciden, aunque no estén persuadidas de la bondad de las resoluciones cuantitativamente plesbicitadas. Esta palabra( PLEBIS-CITAE, CITAS DE LA PLEBE) viene de la antigua Roma. Una de las instituciones políticas de gran predicamento eran las asambleas de la plebe, en ellas se tomaban decisiones que eran defendidas ante el Senado por el Tribuno de la plebe, elegido también en estas asambleas. "Mutatis mutandi", hoy, se las llama asampleas populares. La ideología democrática que se funda en el conocimiento de la idea de Democracia se remonta, como todos saben, a la "polis" griega que era una Ciudad Estado. Todos conocemos la clasificación aristotélica: Aristocracia, gobierno de unos pocos, de una minoría; Democracia, gobierno de los demos o sea de los grupos que conformaban la ciudad y eran, por definición, mayoritarios, por último, Autocracia, gobierno de uno sólo, del que dictaba las leyes y tenía la suma del poder público, Solón, Dracón. Conocer esto significa, saber acerca de la idea que inspira una forma de gobierno al que adhiere naturalmente una forma de ser, de actuar. Así la ideología de una Democracia no es, propiamente, como medios y oposición, quieren hacer creer, "consenso", es, mayorías de opinión. Por tanto, las minorías opositoras deberían abandonar la ideología del consenso que pertenece al campo contractual del Derecho Privado y, cuando pierden votaciones en el pleno, deberían acatar lo que las mayorías deciden. Es honesto, fácil y favorece la convivencia en Democracia de todas las ideologías.-Esto de aceptar lo que las mayorías deciden se sea liberal a ultranza, socialista, comunista, monárquico o fascista, está en la base, en la idea fundante, de Democracia como forma de gobierno. Siguiendo con Aristóteles, muchos de los políticos que discuten con quienes aceptamos como bueno a este gobierno, piensan que ha llevado a la Democracia a su deformación que es la Demagogia o, por lo menos, eso dejan entender en sus opiniones. Esta última se produce cuando quienes gobiernan halagan a la masa para obtener sus favores y perpetuarse en el poder. Es necesario tener en cuenta que el propio Aristóteles pertenecía a la clase de los eupátridas (oligarquía local de la época)quienes aspiraban a gobernar por medio de los aristos, que eran sus representantes,y defendía como forma ideal de gobierno de mayor excelencia la de la Aristocracia. Hoy día esos conceptos han transmutado y, renacimiento e iluminismo mediante, por no mencionar sino dos revoluciones históricas ante la obvia falta de espacio,ya no se considera a los desposeidos, a los pobres, a los proletarios de Marx, como una "masa sin cantera", porque, como bien lo dice Silvio Rodriguez, "qué cosa fuera",de modo que la Democracia está con ellos, con los bienaventurados de Jesucristo, que además se han educado y los aristócratas han sido abominados por la historia en cambio y hoy son la triste oligarquía.- Así que la oposición y los medios deberían actualizarse y quienes los defienden también.
La referencia a la ideología de la Democracia la quería hacer a propósito de la ley de medios, porque no conozco una norma más y mejor plesbicitada, es decir mayoritariamente apoyada, que la ley de medios. Sin embargo, las minorías, los aristócratas de la política argentina, la oligarquía vacuna de la bosta, los medios monopólicos y los intereses corporativos querrían abolirla, que no existiera. No hay ejemplo más grave de desideologización de la ideología democrática que este alzamiento de las minorías que pretenden consensos, es decir, comportamientos contractuales, avenencias, acuerdos, para seguir usufructuando posiciones de privilegio que la Democracia les está negando; una Democracia cuyo Estado de Derecho fundado en la voluntad de las mayorías, única fuente legítima de poder político, les niega o no acepta, por tratarse precisamente de privilegios, prebendas, verdaderas canongías, que favorecen a unos pocos, que son también los que practican el coloniaje de las subjetividades; una cantera demasiado brete para las masas, utilizando el lenguaje de la canción de S. Rodriguez, que las envía al matadero de la imbecilización. Se impone defender con toda nuestra firmeza la vigencia de la ley de medios.
12 de abril de 2010 21:23

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