Mi deseo se gasta, se oscurece;
igual a un horizonte de tormenta.
Amaina entre nosotros y ralenta
el impulso cordial y lo envilece.
Aún mi jurado amor se desvanece.
Mi voluntad de claridad se ausenta
y todo se hace turbio y se fragmenta;
la angustia nos divide y ensombrece.
El añorarte fulguró y decrece
y apaga en mi vigilia desatenta
la escasa luz de ti que permanece
en un rescoldo infiel y, turbulenta,
su antigua llama ahora desfallece
y se apaga y enfría y desalienta.-
Amílcar Luis Blanco ("Máscaras" obra de Oswaldo Guayasamin)
De un poeta(Boris) a otro, hoy es dia de buenos hallazgos.
ResponderBorrarAmilcar cuando intentamos durante mucho tiempo amar y este amor no es correspondido o simplemente ya no esta, no es que la pasión se agote, simplemente se anestesia o desaparece porque como cualquier sentimiento necesita energía y fuerza para vivir, igual que nosostros.
Saludos desde Tenerife-Canarias-España y te invito a mi espacio cuando gustes.
http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Gracias por tu visita, Boris o Gloria? El deseo se anestesia o desaparece, durante su eclipse se siente una especie de anemia vital, melancolía enervante, indiferencia, apatía, en fin.
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