Después del sueño viene la montaña,
el engranaje frío y complicado
del tiempo y desenrolla su maraña
de acciones y palabras, lado a lado.
Después del sueño y en la luz tardía
de terco flanco, arden los objetos,
las metas, las propuestas y la fría
inercia del pesar los vuelve abyectos.
Después del sueño la vigilia oxida
las ganas de vivir la hueste ufana,
y enmohece y enerva y deja
herida
la eficacia posible, vuelve vana
la ilusión, la pasión y su salida;
después del sueño la álgida mañana.
Amílcar Luis Blanco (Pintura: "La soledad del tiempo" por Gustavo Boggia)
Hola amigo, en tu entrada la foto lo dice todo ¡¡¡ que desolador!!! Y es que la soledad muchas veces se instala cerca de nosotros aun estando rodeados de cientos de personas, que no siendo los cercanos apenas nos comprenden, y a veces ni ellos.
ResponderBorrarLa soledad nos hace prisioneros de ese sentimiento tan profundo del que tanto nos cuesta salir, y recordamos el tiempo anterior cuando ella aun no había llegado, y nos parece mentira haber vivido sin saber ni que existía.
Aun así la entrada es preciosa , a mi me ha removido mi ayer, pero hoy, hoy es otra cosa, mañana me voy unos días de vacaciones… por decir algo, me voy a ver el mar, ha llovido tanto que habrá que darle una vuelta al apartamento, y allí, si el tiempo lo permite, no se sentiré sola, aunque en la playa no estén más que las algas.
Un abrazo amigo y hasta la semana que viene.
Hasta la semana que viene, amiga Lola, espero que disfrutes del mar, del apartamento y que la soledad no te sea gravosa, que sólo te otorgue perspectiva, la que necesites para ver y comprender. Un abrazo mi amiga.
ResponderBorrarUn soneto muy bueno, con dos serventesios en vez de cuartetos como comienzo. Profundo y serio. Me ha gustado mucho. Mi cordial saludo.
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