y las notas de cuerdas sobre cuerdas
conmueven el paisaje que aquerencio
para que no te pierdas.
El sonido, la música, desliza
la irrealidad jocunda en que amanezco
y bajo las distancias se precisa
tu rostro; pasión en la que crezco.
Altiva te deslíes y deshaces
hecha volutas blancas en la luz
que se filtra en la sombra y en sus haces.
Eres mi aura mazda, eres mi Ormuz.
Un augural encaje de amargura
parece desprenderse del momento
en un limbo de pálida locura
el violín te construye y lo que siento.
Amílcar Luis Blanco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos pero me reservo el derecho de suprimir los que parezcan mal intencionados o de mal gusto