Esa gestión abierta del deseo
que viene del glamour y la distancia,
áspera y luenga lengua de fragancia,
de puro devaneo.
Estar entre los días esperando los días.
Estar entre palabras esperando palabras
Anhelar hendiduras y rumbos de tu cuerpo.
Estar entre otras manos anhelando tus manos.
Esta estación ambigua del deseo
tendida hacia el glamour y la distancia
tensa el arco atmosférico del ansia,
de atronador mareo
Me deja hacia tus senos,
virado hacia tu vientre,
vuelto al sueño feroz de la vigilia,
a una cruel sobriedad embriagadora
que sólo sabe arder y consumirse.
Amílcar Luis Blanco (Oleo por Ivor Henry Thomas Elle)
Estar entre los días esperando los días.
Estar entre palabras esperando palabras
Anhelar hendiduras y rumbos de tu cuerpo.
Estar entre otras manos anhelando tus manos.
Esta estación ambigua del deseo
tendida hacia el glamour y la distancia
tensa el arco atmosférico del ansia,
de atronador mareo
Me deja hacia tus senos,
virado hacia tu vientre,
vuelto al sueño feroz de la vigilia,
a una cruel sobriedad embriagadora
que sólo sabe arder y consumirse.
Amílcar Luis Blanco (Oleo por Ivor Henry Thomas Elle)
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