Hoy nadie habla, nadie cuenta nada,
la voz, el cuello de la voz, una garganta,
está vacía, en su oquedad pregunta.
Está apagada
y sin embargo imanta
y su silencio asi me cejijunta.
Lo invisible, el claror, la transparencia
guarda el reflejo azul de alguna espada
y hay un pesar de cielo y de inmanencia.
Está la soledad
y no tiene fronteras,
pero tiene,
un peso de frialdad
y unas ojeras
graves que se confunden con la lluvia que viene.
Amilcar Luis Blanco ("La trampa de arena", acrílico sobre lienzo por Ricardo Carpani)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos pero me reservo el derecho de suprimir los que parezcan mal intencionados o de mal gusto