En la ciudad sombría,
en un café con luz y movimiento
soñé que te veía,
mas sólo fue un momento
y desperté dolido y descontento.
Después supe que habría
para nosotros un entendimiento
y que consistiría
en vernos bajo el viento
y besarnos sin freno ni aspaviento.
Que para dar en tu alma
debía pasar primero por tu beso
y aplacarte y en calma
darte gozoso acceso
y unirnos cuerpo a cuerpo con exceso.
Salí a buscarte entonces
a la intemperie en la ciudad ardida,
por donde brillan bronces
y en la mesa escondida
del café te encontré desatendida.
Distraída cantabas
una milonga en cadencioso acento,
encendida entonabas
un pasaje muy lento,
pícaro, juguetón, nada violento.
Me puse frente a vos
y te tomé las manos con mis manos
detuve así tu voz,
y ocurrió que cercanos
nos besamos estrechamente humanos.
Amílcar Luis Blanco ("Seducción en azul en 2 x 4", oleo sobre tela por Claudia)
soñé que te veía,
mas sólo fue un momento
y desperté dolido y descontento.
Después supe que habría
para nosotros un entendimiento
y que consistiría
en vernos bajo el viento
y besarnos sin freno ni aspaviento.
Que para dar en tu alma
debía pasar primero por tu beso
y aplacarte y en calma
darte gozoso acceso
y unirnos cuerpo a cuerpo con exceso.
Salí a buscarte entonces
a la intemperie en la ciudad ardida,
por donde brillan bronces
y en la mesa escondida
del café te encontré desatendida.
Distraída cantabas
una milonga en cadencioso acento,
encendida entonabas
un pasaje muy lento,
pícaro, juguetón, nada violento.
Me puse frente a vos
y te tomé las manos con mis manos
detuve así tu voz,
y ocurrió que cercanos
nos besamos estrechamente humanos.
Amílcar Luis Blanco ("Seducción en azul en 2 x 4", oleo sobre tela por Claudia)
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