Interpelo a las sombras, interpelo
al corazón fugaz de la tiniebla,
al vacío del miedo que se puebla
de nuestro corazón y nuestro anhelo.
Y no hallo nada, solamente cielo.
Sí, porque preguntar abre la niebla.
Nos hace luz reciente, nos repuebla
de nuevas intenciones, nuevo celo.
Hay tanto corazón en la pregunta,
tanto temblor ajeno nos desnuda,
que si regreso a mí a buscar la duda
todavía desvelándome trasunta
ese fulgor de mundo que se junta
con mi huesped de sombra que se muda.
Amílcar Luis Blanco ("Campo de granos con cuervos", oleo sobre tela de Vincent Van Gogh)
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