Ciudad irreal.
Bajo la niebla marrón de un atardecer de invierno
una multitud fluía bajo el puente de Londres, tantos,
no había pensado que la muerte hubiera deshecho a tantos.
Suspiros, cortos y frecuentes, eran exhalados
y cada hombre fijaba sus ojos delante de sus pies.
Fluían arriba y abajo de la calle del Rey Guillermo
hasta donde Santa María de los Desamparados daba la hora
con un sonido muerto en el último trazo de las nueve.
Allí vi uno, allí supe y lo detuve. "Llorando, Stetson.
Tu que estabas conmigo en los buques, en Milas.
Ese cadáver que plantaste el año pasado en tu jardín
¿Ha comenzado a brotar? ¿Florecerá este año?
¿O la helada repentina ha perturbado su cama?
Mantiene al perro lejos de ahí, ese amigo del hombre,
o con sus uñas él lo desenterrará nuevamente.
"¡Oh tú, hipócrita lector, mi semejante, mi amigo"
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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Soy Leandro, de Seikilos. Te dejé algunos comentarios a continuación del tuyo, pero aquí agrego que me gustó tu traducción, fuera de algunos detalles mínimos. Me gustó "inicuo" para el mazo de cartas. Personalmente, no traduciría las frases en lengua extranjera (como la frase del cierre) porque estaban así en el original, pero en general me pareció una buena traducción. Saludos.
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