Tu mirada me envuelve sucia de sentimiento.
su naufragio en crisol, su puñalada,
su embestida embebida en pensamiento.
Y te descubro así, largo momento
en el que me miraste y alveolada
de sangre, en una foto, fuiste holladapor mis ojos desnudos y mi acento.
del sol, el gesto lacio, la pisada,
sin cuerpo, en lo virtual, representada
y con sólo el aleph de tu mirada
enamorando y dándome sustento
ahora hasta en el aire de mi aliento.
Amílcar Luis Blanco (Fotografía de Angelina Jollie)
Muy hermoso este soneto, Amílcar querido, hermoso, inspirado y apasionado. Ya veo que da para mucho una foto y el enamorarse de la persona retratada. Mientas también al Aleph al que Borges rindiera tributo en un cuento que siento no haber leído, pero del que sí conozco su existencia. Ese Alpeh mítico en el que todos los puntos convergen. A ver si le compongo yo también un poemita, espero que se me ocurra algo.
ResponderBorrarBesitos y feliz fin de semana, Maestro.
Quería escribir Aleph, no Alpeh, mil perdones.
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