Nadie que me guste,
nadie que quepa en mis maneras,
roe hoy mis entrañas, susurra en mis oídos.
Me siento alejado del mundo.
En mis certidumbres no hay ángeles ni hadas;
hay buhoneros y mendigos tenaces
hurgando en los vacíos de mi existencia.
No tengo fuerza para sacudírmelos;
mis brazos yacen marchitos
y mi entendimiento ha quedado estropeado
como un trapo de sombras tajeado por el cielo.
Amílcar Luis Blanco ("Mujer en reposo", oleo por Carlos Correa)
Excelente y profundo poema, amigo Amilcar. La pintura que lo ilustra también es una belleza. Un gusto visitarte y leerte.
ResponderBorrarBuen fin de seamana. Besos. María
Hoy en tus versos dejas entrever esa depresión que come las entrañas, es oscuridad y llanto, vacío y tinieblas.
ResponderBorrarMe ha encantado tu poema.
Un beso.
Ciertas realidades corroen e impiden la entrada a los sueños.
ResponderBorrarMuy bello lo que has escrito.
Saludos.
Hola Amílcar, que triste se te ve…
ResponderBorrarHoy tus letras son como un mensaje de soledad, de ausencia no elegida, un querer volver a un ayer que idealizaste.
Pero hoy amigo el día es otro día, y ponerle luz es solo cosa tuya, pero camino del otoño se te hace más difícil, aunque esta estación es la mejor para recordar y para escribir, para sentir, y sobre todo para volver amar.
Hoy tu sentir llega con el calor que en unos días ha hecho que nos cueste trabajo salir de casa, solo el mar tranquiliza los corazones cansados, y el sentir sereno. Un abrazo cálido en un verano demasiado fuerte.