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Llega hoy a mí el glamour de tu sonrisa,
la blanca flor, la espuma, la centella;
ese brillante de cuajada estrella
que lastimó la sombra y la ceniza.
Llega pues su callar sumió tu risa
en la sonoridad sin dejar huella
hasta el profundo olvido donde sella
todo ser lo ya sido y se desliza.
Y en lo silente vuelve, en lo callado,
ese color del lirio y la azucena
y ese clamor del agua vertebrado
al sonar de una fuente que se llena
y desborda su vida y la encadena
al recuerdo y al sol y a lo sagrado.
Amílcar Luis Blanco (Fotografía de Marilyn Monroe)
Si que no me extraña que su memoria te inspire letras tan bellas. Ella fue una gran mujer, que cayó en la peor de las redes, la intransigencia, y el desamor. Me ha encantado leerte. Un abrazo.
ResponderBorrarAbsolutamente bellísimo este soneto en homenaje a la memoria de la rubia, preciosa y desdichada Marilín.
ResponderBorrarMe ha encantado, amigo poeta. Fuí y sigo siendo admiradora de ella, me uno a tu homenaje y elevo una oración en su memoria.
Cuando yo era joven, todos me decían que me parecía mucho a ella.
Besos. María
Me parece maravillosa. Me llamo Eduard Casas y tengo un blog dedicado a Marilyn. ¿La puedo utilizar en mi Blog?
ResponderBorrarhttp://marilynmeva.blogspot.com.es/
Gracias por tu visita edu y salvatore. Sí, puedes usar mi poema en tu blog que acabo de visitar y me pareció bellísimo y para seguir visitando.
ResponderBorrarUn abrazo.