En la bandurria de la tarde
llueve sobre nosotros la impudicia
quiero decir noticias, comentarios, despojados
de entrecejos, atragantamientos y palideces.
Quiero decir que abriéndose los diales,
echando antenas invisibles hacia los cuatro vientos
y enarbolándonos en percepciones,
en las mareas de las ondas
nos convertimos en fantasmas.
Constantemente repetidos y protervos,
hacemos flamear y flashear nuestros anhelos
y van quedando cáscaras vacías
y disfraces de sombras mezclados y movibles
en los corredores del viento que sacuden las almas.
Llueve sobre nosotros en la cinta sin fin de los aburrimientos diurnos
en el despejarnos de los instantes felices con abanicos de aspavientos
y darnos la vida contra los espejos
como un mar que golpea su intensidad contra las escolleras.
Quiero decir que andamos muriéndonos por todos los rincones
como los insectos cuando en los veranos rebotan contra las lámparas.-
Quiero decir desnudos, invisibles, autómatas exactos, marionetas.-
Amílcar Luis Blanco (Pintura de Edward Hopper "Star wars 2")
Impresionante poema, sobre todo, los últimos versos. "Andamos muriéndonos por todos los rincones"
ResponderBorrarSiempre es un gusto leerte, amigo Amilcar.
Besos. María
Como siempre magnífico poema, y si cabe, yo diría que más magnífico. Lo voy a releer con tranquilidad por que quiero llegar al fondo de su esencia.
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