Sucede que me canso de ser hombre…”
Pablo Neruda
Cansado de fingir que soy eterno
me meto en la ilusión como en un puerto.
Y anónimo y usual, como un objeto,
trozo de muchedumbre silenciosa,
ando por calles y por galerías
escudriño vidrieras, compro cosas,
sonrío, parloteo, me confío
entregado al mundano desvarío
me entiesto en el ahí bajo un perchero
ausente, soñador y prisionero.
Cansado de fingir que soy eterno
me sueño fantasmal entre las copas
de árboles agitados por los nervios
de gentíos que arrastran distraídos
soledades moviendo como tropas
en la ciudad de alientos comburantes
que acatarra con gases asfixiantes
pánicos escondidos en las ropas.
No soy otro ¡Qué lástima! No puedo
pasar mi ahí para volverme cierto
pero intento olvidar que soy mortal.
Hastiado estoy de simularme eterno
Quisiera andar las vastas galerías
con ojos y con manos y quimeras
para ejercer en infinitos días
eternamente todas las maneras.
Es bellísimo, querido Amilcar, de una sensibilidad exquisita y es que, ciertamente, el propio concepto de eternidad nos queda grande, aunque lo abrazamos porque querríamos tener tanto tiempo como vidas ansiamos vivir, pero la rutina es la gran asesina de la esperanza.
ResponderBorrarMe ha encantado esa mezcla entre lo intrascendente y lo metafísico que trazas en tu poema, con gran maestría, merced también al rico lenguaje que empleas..
Un beso enorme, mi muy querido amigo, te sigo leyendo...
¡Gracias una vez más, querida Mayte! Tu comentario me demuestra que el mensaje del poema podría llegar a otros. Vos lo entendiste en profundidad. Hasta cada momento.
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