Llegan las navidades con quilates de ausencias;
las nuevas navidades que son viejas,
estallan en doradas, vívidas apariencias,
enarenan vergüenzas como húmedas almejas
para guardar cadáveres y sombras
de otros goces humanos
en las ramas de pinos como dorsos de manos
bajo verdes alfombras
que reclamaran besos y caricias
y ahora para siempre andarán por la nada
habiendo ya colmado sus delicias,
sin voz, ni movimiento, ni mirada.
Llegan las navidades con sus rostros de niños
y mejillas de lánguidos fulgores
y nos hacen sus gestos y sus guiños
colmándonos de risas y favores.
Antiguas inocencias castigadas
por los fuegos ligeros e irisados
nos punzarán también con sus miradas
de pobreza y tristeza, y engañados
por trémulas candelas, estrellas de colores,
nieves artificiales en estas latitudes
y panes dulces de ácidos sabores
agrios como champañas sin virtudes.
Para que nadie sufra noches de paz dolientes
vienen las navidades al ardiente verano
a mesas desquiciadas y fervientes
y Santa Claus las lleva de la mano.
En los sitios silentes de las plazas
los mendigos esperan caridades inciertas.
En los umbrales tibios de las casas
el muérdago corona llamadores y puertas
y un chasquido de látigos finge raudo trineo
pero el compás enfático, rudo de las carencias,
de navidad disfraza sempiterno planteo,
de ilusión indigesta transidas apetencias.
Amilcar Luis Blanco (San Francisco de Asís, óleo de Bartolomé Esteban Murillo)
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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ESte poema refleja tu estilo culto y abigarrado de vocablos maravillosos, aun cuando sea para mostrarnos la triste realidad del que ni siquiera tiene en las fechas en que otros derrochan. Llegan las navidades, para unos de hartura, para otros de carencias...aunque la peor carencia es la moral, la del que nunca repartiría ni sentaría un pobre a su mesa.
ResponderBorrarMuchos besos, Amílcar querido, Maestro, Poeta y Solidario.
Amílcar,has desplegado un lienzo,que nos duele en el alma,sobre todo a los poetas...La navidad tiene mil colores y sabores,según la realidad que cada cual vive en su tierra y en su casa...Y la navidad de los pobres, de tonalidades negras y grises, nos muestra los paisajes desangelados,olvidados y yertos,que persisten,aumentando la deuda que todos tenemos con este mundo,que no acabamos de crear y elevar a la máxima expresión del amor y el arte.
ResponderBorrarMi felicitación por esa profundidad que te caracteriza,acompañada siempre de tu destreza y bellos recursos expresivos.
Mi abrazo inmenso y sé feliz,si puedes,amigo.
M.Jesús