Antes de discutir frutos amargos
dejémonos vivir. No nos ocurra
agredirnos sin fin; montar la burra
y abollar nuestro amor con necios cargos.
Disentir sobre temas harto largos
venidos como golpes de una zurra
es también la estrategia del que curra
y finge lucidez en sus letargos.
No hay parecer que en otro no se escurra.
No existen las verdades; sólo encargos
de nuestro deseo. La tentación susurra.
Nuestros flujos de ser cargan embargos,
gravámenes, y al otro es justo que le aburra
nuestro drenaje absurdo de descargos.
Amilcar Luis Blanco ("Rolla", oleo sobre lienzo por Henry Gervex)
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