¿Quiénes se sientan frente
a los espejos de la nada
se incorporan y estiran,
danzan, bailan?
¿Quiénes, hechos espectros,
frente al azogue temerario?
¿Al glaucoma imperativo
que los ciega,
frente al televisor,
a través de la lágrima,
la gota del sudor,
antes de dar a vasto
y basto
a sus realidades, quiénes
se precipitan como
ojos eviscerados,
derretidos,
sueltos y caen,
interminablemente caen
sin comprenderse,
jamás?
Se licúan también,
gotean, llueven,
desvinculándose,
y corroen los sólidos,
líquidos entre las sombras,
líquidos entre metales
y piedras y puñales,
fundiéndose,
transformándose
en aguas,
vertiéndose,
escanciándose,
ingresando al torrente;
la marea doméstica.
Y músculos
y arterias
y venas
y nervios,
lianas entrelazándose,
plásticas y maleables,
sentándose a la mesa,
cocinando,
comiendo,
incurriendo en tareas,
metiéndose en el flujo,
siendo flujo, fluidez
y tiempo,
sólo transcurso,
tiempo,
pero cuerpos,
inabarcables brazos,
inalcanzables piernas,
manos innumerables.
Yo.
Nosotros.
Todos.
Amilcar Luis Blanco (Fotografía líquida de Markus Reugels)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos pero me reservo el derecho de suprimir los que parezcan mal intencionados o de mal gusto