Porque no está el Amado en el Amante
Ni el Amante reposa en el Amado,
Tiende Amor su velamen castigado
Y afronta el ceño de la mar tonante.
Llora el Amor en su navío errante
Y a la tormenta libra su cuidado,
Porque son dos: Amante desterrado
Y Amado con perfil de navegante.
Si fuesen uno, Amor, no existiría
Ni llanto ni bajel ni lejanía,
Sino la beatitud de la azucena.
¡Oh amor sin remo, en la Unidad gozosa!
¡Oh círculo apretado de la rosa!
Con el número Dos nace la pena.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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Huy, ese colofón: con el número dos nace la pena, ¡qué gran verdad, Maestro! Leopoldo Marechal, a quien desconocía, es poeta de versos y certezas.
ResponderBorrarUn beso a dos...
Así es, tu lo has dicho. Leopoldo Marechal "poeta de versos y certezas". Eso de con el número dos nace la pena se parece al gran poema de Pedro Salinas que nosotros, dos también, admiramos. Dice Salinas del amor que es "el hecho mágico de que uno y uno sean dos en contra de la primer condena de la vida" , esto es, la soledad. Otro beso a dos.
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