Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
Seguidores
Translate
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Este poema del gran maestro Cortázar no lo conocía, pues aunque en mi blog poemario tengo alguno suyo, le conozco más como narrador que como poeta. Pero, sin duda, que ha sido un gran acierto, es de lo mejor que he leído últimamente, salvando tu producción, que me parece excelsa, mi querido Amílcar.
ResponderBorrar¡Un gran beso, Maestro!
En efecto, Mayte, este poema es excelso. Tiene una fineza de concepción, un lirismo, una linea, conmovedores. Me alegro que te haya gustado y lo hayas conocido por mi intermedio. Trataré de acercarte más poemas y que sean de una calidad parecida. Un enorme beso, Maestra mía porque aprendo mucho de ti.-
ResponderBorrar