Máquinas de matarnos el instante,
que nos golpean todo el santo día,
convierten nuestra vida en agonía
con su rutina dura e incesante.
Máquinas de matar a su ocupante
con mecanismos de relojería,
destructoras del goce y la poesía,
llevándose la calma por delante.
Haciéndonos esclavos, militantes,
en conjuras de triste compañía,
anónimos, sombríos, coribantes.
Máquinas que pervierten la armonía
de músicas y pasos elegantes,
Y quiebran el balance y la alegría.
Amílcar Luis Blanco (Fotograma de "Tiempos modernos" de Charles Chaplin)
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