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jueves, 19 de febrero de 2015

ENIGMAS

















Los enigmas sin duda magnetizan,
ponen al borde de otros las excusas,
labran acantilados de insólitas ternuras
y cuelan la paciencia gota a gota.

Tensionan hasta en ínfimas parcelas,
liberan decisiones boca a boca
y nos mezclan las luces y las sombras
como el rayo de sol sobre la esfinge.

Sus sopores espabilan mis mañanas.
Entonan, desentonan, afinan y desafinan
como instrumentos abandonados
de los que los vientos arrancasen

músicas desmañadas en compases danzantes.
En sus misterios se ciñen las preguntas
antes de ahogarse en aguas infinitas
y quedar en latidos, en círculos, en señas.

Amílcar Luis Blanco

Tutmosis IV fue un faraón del antiguo Egipto el cual si bien tuvo un periodo de gobierno muy corto, ya sólo lo hizo por diez años, desde el 1401 hasta el 1391 A.C., tuvo varias acciones de gobierno muy importantes, las cuales tuvieron mucho que ver en lo que en la actualidad es la historia y la cultura de Egipto.
Es sabido que Tutmosis IV llegó al trono cuando su padre, Amenhotep II le cedió dicho poder, aunque el mismo no era el primogénito. Tutmosis IV tenía dos hermanos mayores, los cuales fallecieron antes que el. Lo que lo relaciona tanto con la esfinge es que la historia cuenta que Tutmosis IV un día se acostó a descansar en las arenas del desierto, momento en el cuál tuvo un sueño revelador en el que se le apareció la esfinge, y la misma le dijo que si la desenterraba y reconstruía, el iba a tomar el trono y a llevar la corona blanca con gran éxito.
Inmediatamente, Tutmosis IV se puso en campaña para comenzar con las labores para desenterrar la esfinge, tarea que fue realizada a la brevedad, y luego ordenó la restauración de la misma, que si bien tardó un poco más de tiempo, se realizó exitosamente, y aunque parezca un cuento de hadas, al poco tiempo Tutmosis tomó el poder y se convirtió en faraón del antiguo Egipto.










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