Soñar con vos me alivia de tu ausencia,
me hace sentir el cuerpo y el destino
y me alumbra el comienzo de un camino
que no permite paz ni indiferencia.
Tu magnetismo angelical potencia
mis virtudes de náufrago y marino
que en el piélago oscuro sigue el sino
de una estrella de clara iridiscencia.
En el sueño te encuentro y te declino
sustantiva mujer y tu apariencia
se abre como un arduo pergamino
en la selva mayor de la inconciencia;
lugar de lo instintivo y lo divino,
donde nace de nuevo la inocencia.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
Bellísimo soneto, querido amigo. De una sensibilidad exquisita, como la que habita tu alma de poeta. Ojalá esos sueños acorten esa distancia que oacasiona sufrimiento en tus letras, bellas letras encadenadas en hermosos versos, como se encadenan los enamorados.
ResponderBorrar¡Un beso, mi querido Amílcar y muy feliz semana!
Que bueno que es soñar. Es la única manera de sentirse libre. Te felicito por los versos. Besos
ResponderBorrar¡Gracias Mayte, tu elogioso comentario es muy estimulante, sobre todo viniendo de una poeta tan auténtica y visceral como eres! Un beso, querida Mayte y feliz semana también para tí
ResponderBorrar¡Por fin, Norma, amiga, has podido entrar al blog! Agradezco tu comentario, soñar es inevitable, por lo menos para una gran parte de los seres humanos, despiertos o dormidos. Es una riqueza interior con la que debemos intentar establecer un equilibrio. En otro caso la actividad onírica nos podría hacer derrapar en la realidad. Besos
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