
Eso de haberte amado tercamente
y de seguir pensando todavía,
en la razón por la que te amaría
habiéndome tú sido cruel y ausente,
expone mi pasión al displicente
trato de la intemperie ciega y fría
y me abandona en una zona umbría
lejos, en soledad; sobre una fuente
que al darme desde el agua su armonía
contra la luz me muestra diferente;
gema de cielo al sol, blanca o sombría,
si la luna se cubre o esplendente,
como un rubí, pero variada y mía;
siempre pasión, soberbia, iridiscente.
Amílcar Luis Blanco ( "Narciso en la fuente" óleo de Michelangelo Merisi, Caravaggio)
Ay el amor! Bellísimo soneto Amilcar.
ResponderBorrarUn abrazo
Hermoso soneto, Amílcar querido, que nos habla de esos amores unilaterales, del que ama sin ser correspondido adecuadamente.
ResponderBorrarMuy bello también el óleo de Caravaggio, mi querido amigo.
Besitos.
Amílcar, pura pasión expresada de manera sublime. Siempre es un placer disfrutar de tus versos. Un beso grande!!!
ResponderBorrar¡Hola Amilcar!
ResponderBorrarPrecioso tus versos como siempre, puro sentimiento de amor -amar sin ser amado.
Esta gallega te da las gracias por compartir tus letras. Un besito y se feliz.