Me voy al río, a vos, por cuanto creces
bajo la siempre luz, en la espesura
y porque aún transcurres, te apresura
el turbio mar donde desapareces.
Mezclo mi ser al tuyo y me estremeces
con densidad de un agua más oscura;
hembra que me recibes con soltura
y preñada después me desvaneces.
Me voy a vos mujer como agua pura,
hacia tu cuerpo líquido y me meces;
nalgas y ancas, algas y arboladura
marina y ancestral, madre de peces.
En vos la promisoria nervadura
da un porvenir de sol y me enriqueces.
Amilcar Luis Blanco (Obra pictórica de Patricia Cruzat Rojas)
Lindas palabras que llegan acariciantes como el agua. Ya veo que ambos hoy hemos puesto entradas relacionadas con el agua, y es que por aquí no para de llover… Encantada de leerte amigo del tiempo.
ResponderBorrarGracias amigo por entender mi tristeza y desearme una mejora para mi hijo que se halla sumido en la tristeza. Un fuerte abrazo.
¡Ayyy!! Amilcar, qué belleza de soneto
ResponderBorrarBello, bellísimo soneto, Almicar. he gozado con su lectura. Preciosas imágenes, amigo.
Besos
Gracias Lola, he querido meterme en tu blog y no he podido. Lo intentaré nuevamente. Un abrazo
ResponderBorrar¡Ay! Eso debería exclamar yo con el tan precioso comentario estimulante que me dedicaste, querida amiga y Poeta María. Gracias y un abrazo.
ResponderBorrarQué hermosas palabras, qué hermosas expresiones las utilizadas en este soneto, "mujer como agua pura", "algas y arboladura", "marina y ancestral"...de una belleza singularísima, sin duda.
ResponderBorrarBesos como laureles de césar, Poeta.
Gracias Mayte por tus palabras y porque te gusten mis expresiones. Los besos como laureles también para vos, para coronar nuestra amistad que quiero tanto.
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