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domingo, 2 de febrero de 2014

A LA MUSA








Tú que enciendes el río y el ocaso
como una tarde buena
y en tu risa de fuga y azucena
me llevas a las lindes del Parnaso.

Tú que siempre, en la noche, paso a paso,
haciéndome desear la vida plena
y el rítmico eslabón de tu cadena
me cuitas cuando el gozo viene escaso.

Que abriéndome los surcos de la pena,
mostrándome las causas del fracaso
instruyéndome siempre sin condena,

misericorde, entre la luz y el raso,
me sonríes como una macarena.
Déjame que me inscriba en tu regazo.

Amílcar Luis Blanco

4 comentarios:

  1. Eso de inscribir al poeta en el regazo de tu musa, me encantó.

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  2. Celebro que te haya gustado Myriam. Los hombres que queremos escribir queremos fundirnos a veces en la musa que nos inspira cada vez.

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  3. Hermosa inscripción la de tus versos, Poeta. Seguro que tu musa te permite un tatuaje de tinta y de azucenas sobre la piel desnuda.

    Hermoso soneto, Amílcar, como lo son los tuyos, plenos de sentimiento y de la belleza de la palabra escrita.

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  4. Gracias, Mayte. Hoy he ido a leerte y me deleité con tus tres últimos poemas que comenté.
    Besos mil y feliz finde.

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