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sábado, 19 de febrero de 2011

A AMILCAR BLANCO

ESTE PRECIOSO POEMA me lo ha dedicado MAYTE DALIANEGRA, querídisima amiga y admirada Poeta a la que quedaré por siempre agradecido, lo publico con mucho orgullo para que todos puedan leerlo y, si lo desean, se los recomiendo, ir de éste mío a cualuiera de sus tres blogs, clickeando sobre su imagen, encontrarán joyas en verso y en prosa.

Llevas nombre de noble prócer de estirpe púnica
y un patronímico gallego que te ahonda la memoria,
te gambetean las piernas y te tremolan las venas,
cuando el aire se envenena, con el lamento porteño
que propaga un bandoneón al suspirar.

Envuelve la melodía, en voz del Zorzal Criollo,
avenidas, calles, plazas, barrios… arrabales rioplatenses,
mientras tu péndola docta engendra odas, sonetos,
estrofas, rimas, epítetos y verbos.

Amílcar, poeta de horas perdidas, de dulzuras sofocadas
por amores malheridos en duelos de mil puñales,
tango y poemas bordando de sangre un poncho,
pasiones desbocándose en la hoja de una faca
o en la lujuria nacida de bravura genital.

Amílcar, quiebren su vuelo sobre el cielo bonaerense
los versos que tú compones y vengan, a borbotones,
tus palabras mis oídos a arrullar, ya ansiosos por volverlas a escuchar.

Mayte Dalianegra.

Pintura: “Tango rouge”, (Tango rojo), Hamish Blakely.

4 comentarios:

  1. bellisimo poema te ha dedicado tu amiga, esta asturiana te da las gracias por deleitarnos y hacernos participes de su belleza, un besin muy grande.

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  2. Ay, Amílcar, lo has publicado, no debes agradecerme nada, cielo, soy yo quien te agradece tu amistad y la bondad infinita de tu corazón, amén de que aprendo mucho leyéndote, mi muy querido amigo.

    Te dejo un millón de besos y espero que hayas pasado un día de cumplaños muy feliz.

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  3. Ozna, Ozna. Gracias por visitarme y gracias también en nombre de otra asturiana que me ha dedicado este bellísimo poema y que tu conoces. Un beso.-

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  4. ¡Ay, Mayte, cómo no lo iba a publicar, por Dios, si me encanta y enorgullece! Además me proporcionás una vista de mí mismo que de otra manera jamás tendría. Así que sos como un espejo a la distancia. Casi desde más de veinte mil kilómetros me ves, como yo te veo a vos, los dos nos vemos, decantados por la distancia. Pero nuestros corazones en la pasión poética laten al unísono. Un enormísimo beso para ti.

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