Este costado abierto en desamparo,
puesto contra la pena del suburbio,
se exterioriza en gamba y tajo turbio,
en corte de farol sobre el descaro.
Sucio de sombra y luz, parece raro
el empedrado, yo, tu pelo rubio,
y más raro parece este connubio
entre claro y oscuro, riel de faro.
Y vivir y soñar bajo el amparo
de cielos a surtir desde un Vesubio
que promisorio de incesante efluvio,
caprichoso, terrible, siempre ignaro,
como tango que siempre muevo y paro
nos late a duo entre tu tajo turbio.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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Los sonetos son sin duda tu fuerte, Amílcar, les tienes una enorme querencia y surgen de tu pluma como encantados, con ese ritmo que les imprimes, que éste parece bailar al son de un tango. Es precioso, mi muy querido amigo y tu vocabulario, exquisito.
ResponderBorrarCara Mayte, me alegro que te haya gustado. Alguna vez me deberá salir un poema que se ciña un poco más y mejor al ritmo del tango. En este, es cierto y me alegro que una mujer con tu gusto e intuición lo haya sentido, he procurado ese ritmo y esos giros y sacudones que se experimenta al bailarlo. El último sábado, el pasado, lo he bailado con mi hija, veinticinco abriles, y he sentido esos cortes y quiebres propios de esta danza porteña. I send you all my love like alkways.
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