Quiero ser ese otro que te inicie
desde tu más legítimo comienzo.
El de la soledad que nos abarca.
El del mero silencio.
Quiero ser ese otro que te nazca
desde un dolor frugal y parturiento
Pero no como hijo, como el otro.
Igual de transparente, puro y cierto
Ese otro, por fin, para aunque llores
te sepas requerida en el encuentro
Y para que si tu cuerpo se extravía
te devuelva tu alma en un momento.
Quiero ser ese otro que te sigue
En cada paso y cada movimiento
Para que no te pierdas, aunque olvides
mi rostro ya de nadie, ya sin tiempo.
Quiero ser otra vez el que te inspire
Vivir para aceptarte en la batalla
Y en la lucha soñar enormes sueños
Aún en la vigilia mas canalla
Muy hermoso este poema, Maestro, y sí que me gustaría encontrar a ese "otro" capaz de amar, de entregarse, de valorar...Sin duda debe ser un personaje de excepción, ese otro que nos haga a las mujeres enamoradas...¡soñar!
ResponderBorrarOtro beso enorme, Poeta, mi querido Maestro...
¡Gracias, como siempre, por tu comentario Mayte! Que puede hacer mejor alguien cuando dice amar a otro que aspirar a ser el que siempre esté a su lado. Parafraseando a Machado diría: "Converso con el otro que siempre va conmigo, quien habla solo espera hallar a Dios un día" El sueño del otro es casi puramente poético, casi utópico, pero que nada más alguien haga el esfuerzo cada día por aproximarse, por acercarse a quien ama y ya nos sentiremos mejor. Un enorme beso para vos, linda, Maestra para mí.
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