Se fue de mí como se van a veces
los días y los sueños y las tardes
sin despedirse nunca, repitiéndose,
hacia un olvido raudo como un río.
Dejando sólo pálidas imágenes
figuras bajo soles o entre nieblas
o precisas y austeras situaciones,
momentos en las plazas o los lechos.
La música de un tango todavía la lleva,
amilongada en la tiniebla.
Y mi cuerpo la lleva
sintiendo su cintura ceñida por mi palma
cimbreando más abajo en sus caderas.
Nuestros pasos se internan,
juegos inacabables de muslos y de piernas,
dibujando baldosas de un lento imaginario
en un barrio poblado de vaivenes sedientos
derramado en suburbios superpuestos,
prisioneros de un tango,
engolfados de adentro.
Adoquines, faroles, caferatas,
ojos negros y serios,
mirando como aceros o diademas o encuentros,
sin piedad cuchicheando en la memoria,
chismes maledicentes, celos, barros,
cáscaras embadurnadas de recuerdos.
Ojos negros que miran desde el cielo.
Cuerpo de amor que ciño hasta en mi ceño.-
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
“Milonga en las tinieblas de la nada
ResponderBorrarOlvido que por el río baja
Un tango que se ciñe al pensamiento
Unos ojos que brillan en la distancia”
Prisioneros de un tango son tus versos, Amilcar
Prisionera me declaro de tus letras☺
Un placer leerte y compartir opiniones, amigo.
Te dejo un fraternal saludo y el deseo de que pases un lindo finde.
_Charo Bustos_☺
Un amor inolvidable, con sed de tango y de encuentros, sólo roto por el silencio...Hermoso homenaje rindes a esa hurí de brunos ojos que se llevo con ella lo mejor de tus recuerdos.
ResponderBorrarOtro beso, Amílcar, maestro.
Gracias, Charo. Si esos versos son tuyos son muy buenos. Un fraternal saludo también para vos y gracias por tus deseos que retribuyo.
ResponderBorrarQueridísima Mayte. La hurí de ojos brunos que vos decís tiene toda una historia. Con ella aprendí a bailar milonga, pero hace mucho se fue y hoy me queda de ella el recuerdo. Gracias por reconocerla a través de mis palabras que son sí, un homenaje. Un gran beso, maestra y hechicera.
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