Necesito la sal que hay en tu risa
y ese loco clavel de tu alegría,
brotando de tus labios, como el día
cuando proyecta sol en la ceniza.
Ansío respirarte, hacerme brisa
en tu sabroso aliento y la osadía
de que tu sangre tiemble con la mía;
beberme en besos tu ángel de nodriza.
Entrar por un recodo en la bahía
de tu cuerpo en tu sexo cuando eriza
el placer en tu piel mi compañía.
Sentirme tierno como la hortaliza
que al cielo y a la tierra se confía.
Ser la sed que en tu carne me precisa.
Que hermosa entrada, que blog tan lleno de sabiduría y arte, me encantó encontrarte, vengo de mi queridísima amiga Mayte Dalianegra, y el poema que le dedicaste es precioso en todo el sentido de la palabra. Al igual que este hermoso y delicado soneto, tu risa vive en estas hermosas letras expresadas desde el corazón.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hermoso y sensual, Amílcar, bellísimo y sutíl soneto que eriza no sólo los vellos, sino los sentidos. Todo un placer disfrutar de tu poesía, maestro. Te dejo un gran beso y mis mejores deseos para la semana.
ResponderBorrarBienvenido al blog, Francisco Javier. Te agradezco mucho el comentario. Otro abrazo.-
ResponderBorrarQueridísima Mayte, gracias otra vez. Nada hay que me guste tanto como que a vos te guste. Otro beso y que tengas una semana exitosa.-
ResponderBorrarue bien estas escribiendo ..ha nacido un poeta.¿Desde cuando escribis?
ResponderBorrarcontame te escucho ..Contame de vos, que hacés que te gusta poeta...
Hola Mucha. Escribo desde que aprendí, o sea, desde los 6 años, ya entonces, en primero inferior, le escribí versos de amor a una compañerita. Soy abogado, casado, 63 años, 4 hijos, voy por mi segundo matrimonio y tercera unión seria. Me gusta, como ves, escribir, escuchar buena música, viajar cuando puedo, el cine, el teatro, las pinturas, las esculturas, la vida la buena vida. Un beso para vos.
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