El verdadero amor, cuando convoca,
surge como una pura extravagancia
y no respeta tiempo ni distancia.
Obnubila y eclipsa, como una fiebre loca.
Basta con ver sus ojos y su boca,
su frente, su estatura, su elegancia,
leer sus pensamientos en el ansia
de un mirar que al mirarla me provoca.
Entonces, si poética, como vacía copa,
ella nos abre su alma con flagrancia,
como un cuerpo quitándose su ropa,
es y será el amor cual la fragancia
que desprendida de la flor evoca
su seminal sentido y su substancia.
AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
Muy buena esa presentación del amor como hechizo femenino,que primero es cuerpo,copa y después fragancia,vertida de su alma,cual flor que emerge con suma delicadeza y elegancia.
ResponderBorrarPrecioso soneto,Amílcar...El sentimiento siempre nos inspira y nos hace tocar con respeto y gran placer un reto: los límites del cielo...!!
Mi gratitud y mi abrazo inmenso siempre,amigo.
M.Jesús
Es tan y tan hermoso, Amílcar, que me hace estremecer sólo al sentir la proximidad del aliento evocador de ese amor, que en la distancia se funde en el crisol de tus versos.
ResponderBorrarGracias por hacerme partícipe de la belleza de tus poemas. Tu soneto me ha llegado al alma, como me llega el tañido de las campanas que un día otro de tus poemas me trajera, desde entonces ellas repican muy cerca de mis oídos...
Un gran beso, Amílcar, poeta, Maestro...
Querida Majecarmu. Mil gracias por tus comentarios tan alentadores acerca del soneto. Eres siempre muy generosa conmigo y te lo agradezco. Un enorme abrazo para ti.
ResponderBorrarQuerida Mayte. Si te referís con el tañido de la campana al poema "Del otro lado del mar", al que le puse como epígrafe un verso del poema de Edgar Allan Poe "Annabel Lee", acertás en todo, porque, en efecto, ese poema al que te referís y en ese momento no lo advertiste tiene la misma inspiración que éste. Un besazo, bellísima.
ResponderBorrarHoy no eres sátiro ni director de conciertos, aunque en tu poesía jamás falta la música, la melodía. Hoy eres amante y amado. Fluyes, te metes en todas partes y te entregas, como un río generoso que va sembrando a su paso los valles, de undoso cieno. Abrazo siempre, Amílcar
ResponderBorrarBuenísimo soneto. Siempre es bueno escribirle al amor. Un beso
ResponderBorrar¡Gracias, Pedro! Un enorme abrazo.
ResponderBorrar¡Gracias, Norma, por fín llegaste a mi blog! Ahora que sabés hacerlo nos visitaremos mas seguido, por lo menos virtualmente. Un beso
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