AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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sábado, 29 de octubre de 2011
LA SACIEDAD (Tres sonetos sobre el mismo tema)
Vivir, morir, o consumir los días,
las noches, las auroras, los ocasos,
los blasones del triunfo, los fracasos,
los amores, los odios, las porfías.
Andar por las tristezas, por las vías
del desamparo anónimo; ser trazos
de un clochard que se viste los retazos
de otros que engalanaron sus orgías.
Los que al hartarse de vivir, escasos
de pasión y de amor urden estrías
en una carne débil, dan mazazos
y destruyen sus propias armonías
y asfixian sus latidos en sus brazos
de saciedad ahítos en sus almas vacías.
LOS HOMICIDAS
El primer homicida es el deseo
Y su mayor virtud es la esperanza
de tener lo que nunca nos alcanza;
un cuerpo que supere su mareo
En mi caso, mujer, tras un pareo
de imposibles que vela su tardanza
y frente a mi mirada sólo danza
y me excita con lento devaneo.
El segundo homicida, si su arreo
de Salomé ante Herodes se abalanza
y desflora su fiebre y su himeneo
sobre el erecto glande de mi lanza
será la saciedad, porque preveo,
en el rubor un fuego que se cansa.
HARTARSE
Hartarse, estar completo, desbordado.
Rechazar ya la sed y el apetito
Sentirse ronco de gritar un grito
Áspero de vivir, ciego, saciado.
Demasiado desnudo, vulnerado,
por agresiones, pálpitos y el rito
de roturar un suelo ya trillado
y repetirse siempre en lo pasado
Ser para no ser más, desesperado
por no hallar un camino, un apetito
inaugural, flamante, nunca hollado.
Ser la víctima viva del delito
del homicidio atroz y perpetrado
de haber vivido ya y estar ahíto
Amílcar Luis Blanco (Pintura: "El descendimiento" de Caravaggio)
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Amílcar, tu poesía está llena de fuerza y sentimiento, son preciosos versos, es un placer y un honor leerte, gracias por compartir!
ResponderBorrarUn abrazo y feliz final de semana!!
Me tengo que quitar el sombrero ante tí, Amilcar. Tus letras son admirables. Me han encantado estos tres sonetos encadenados. La saciedad del vivir, del morir, siempre en busca de algo que te proporcione mayores placeres, continuar con mayores deseos hasta la hartura, sentirse la misma "victima viva del delito"
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
mi admiración profunda Almilcar tus sonetos son delicadamente exquisitos
ResponderBorrarUn abrazo
Stella
Muchísimas gracias Trizbeth por tu elogioso comentario que me anima a escribir. Un abrazo para vos y feliz finde.
ResponderBorrar¡Ay, Carmela! Como la película con Carmen Maura. Si tú tienes que quitarte el sombrero ante mis letras, estoy hecho, he conseguido ser un buen poeta, porque eso es lo que tú, superlativamente, eres para mí, una excelente Poeta. Lo último tuyo me ha parecido formidable. Un fuerte abrazo también para tí
ResponderBorrarPase a visitarte y fue todo un honor el pasar por tu blog.
ResponderBorrartus letras hunden a fondo el sentimiento que expresan..
lujo de lujo es leerteee..!!
Desde Jaén un saludo y feliz fin de semana
Gracias, Miguel y bienvenido al blog, celebro que los poemas te hayan gustado. Desde San Antonio de Padua, en la Argentina te saludo también y te deseo un feliz fin de semana.
ResponderBorrarAmílcar, me gustaría, como haces tú, comentar detalladamente estos sonetos que son tres variaciones de un mismo tema, el hartazgo que puede ocasionar la propia vida y su disfrute, pero no sé si sabré comentarlos adecuadamente. Decir, por tanto, que los tres son soberbios, muy buenos, y sobre todo, muy profundos. En ellos la retórica se pone al servicio de la razón y la filosofía.
ResponderBorrarDe lo que sí me alegro es de que sea una evocación suscitada por un poema mío, y de que no estés ahíto de vivir, como tampoco lo estoy yo, pero qué credibilidad le han proporcionado tus versos a esa idea del cansancio de vivir.
¡Un gran aplauso, Amílcar querido, un gran aplauso con toda mi admiración!
Amílcar,estoy en el pueblo y no tengo mucho tiempo,pero intento llegar a todos.Tus sonetos son magistrales en forma y fondo.Tocas varios temas,el caminar del ser humano en busca de su felicidad le produce grandes insatisfacciones,debido a que no sabe encontrar el equilibrio entre la mente y el corazón.No sabe dar alimento al cuerpo y al alma por igual y coordinarlos.El espíritu es importante para ver en perspectiva la meta y el destino de cada cual.
ResponderBorrarTe felicito por tu claridad,tu inspiración y grandes recursos expresivos,que aportan a los poemas calidad cultural y literaria.
Mi abrazo grande y feliz semana,amigo.
M.Jesús
Stella, debo agradecer tu elogioso comentario y tu visita y aquí lo hago prometiéndote ir a tu blog a ver qué hay de nuevo. Un abrazo.
ResponderBorrarMayte, vos sabés que los tres sonetos están inspirados en tu poema "El zumo de la vida" en el que dejaste "picando", como suele decirse aquí, con léxico futbolero para la pelota, el tema de la saciedad y su significado, así que, si algún mérito tienen los sonetos, te lo debo en gran medida. Entonces también yo te aplaudo con toda mi admiración e invito a que vayan a tu blog principal a leer ese poema tuyo.
ResponderBorrarMajecarmu, como siempre te agradezco el comentario que le dedicás al poema y te digo que es el espíritu y la fe, lo milagroso de ambos, lo que suele mantenernos vivos a los seres humanos. Gracias por recordarlo. Un cálido saludo y un abrazo para vos.
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